Seminario
Los nombres del padre
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Organizado por : PsicoMundo
Dictado por : Lic. Alfredo Eidelsztein
Clase 12:
Seminario Los Nombres del Padre (6° parte)
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El problema del origen para la noción de sujeto Deseo del Otro, demanda del Otro y goce del Otro Neurosis, perversión y misticismo- El psicoanálisis en la cultura occidental Oposición goce de Dios y deseo de Dios - La religión judía como opuesta a la formación del analista La fe en el padre Padre muerto Padre idealizado -
Hoy vamos a terminar la única clase del Seminario Los Nombres del Padre. La próxima, nos va a quedar pendiente la revisión de, al menos, algunos autores que hayan comentado esa clase. Les había propuesto trabajar el trabajo de Jacques-Alain Miller: "Comentario sobre el seminario inexistente" y tomar lo de Conrad Stein, que Lacan cita de una manera tan contundente:
"Puesto que debo entrar en un cierto silencio a partir de hoy, no dejaré de señalarles aquí que uno de mis alumnos, Conrad Stein, ha trazado el camino en este campo. Les rogaría que se informen de su trabajo, pues es muy satisfactorio."
Hay varios problemas. En realidad, Conrad Stein, no se posiciona como alumno de Lacan. Pero además de eso, a mí me caben bastantes dudas a qué trabajo de Conrad Stein se refiere Lacan. Hay, al menos, tres. "El padre mortal y el padre inmortal. Fragmentos de un comentario de la Interpretación de los sueños de Sigmund Freud", es el que les había dicho que había aparecido sobre la paternidad en la revista número cinco Lo inconsciente. Está también: "Nota sobre la muerte de Edipo", de 1959 y "Observaciones sobre la constitución del complejo de Edipo". Estos son los dos primeros artículos del libro editado por Nueva Visión con todos artículos de Conrad Stein que se llama La muerte de Edipo. Debe haber salido a finales de la década del 70.
Mi impresión es que Conrad Stein trabaja muy bien textos y conceptos de Freud. El más adecuado, el que nosotros deberíamos trabajar, es "Observaciones sobre la constitución del complejo de Edipo". El asunto es que ese texto es del 66 y Lacan no pudo tomarlo en cuenta en el 63. Los otros, que Lacan sí pudo tener en cuenta, realmente, no me parecen tan satisfactorios. Así que, como no hace falta seguirlo a Lacan tan a pie juntillas, podemos tomar su indicación de leer a Conrad Stein, pero no necesariamente el artículo al que él remite. De hecho, él siguió trabajando el mismo artículo y es un autor sumamente interesante. La verdad es que me encantó conocerlo a través de Lacan.
Roberto Harari le pide los derechos para publicar este artículo en castellano en su colección de la editorial Nueva Visión. Hay una introducción de Harari, del 77, y hay un prefacio de Conrad Stein. Entre sus párrafos, él dice:
"Muy pronto se me hizo presente que la única lectura fecunda de Freud, es una lectura crítica crítica en el sentido de la crítica textual."
Es exactamente lo que hay que hacer.
Así que, si no les parece mal, les propongo trabajar "Observaciones sobre la constitución del complejo de Edipo", porque la versión del padre que da allí Conrad Stein, es muy interesante. Y justifica por qué se pueden trabajar con dos versiones del complejo de Edipo: una como constitutiva del hombre y, otra, como la historia de la infancia. Y la versión que da del complejo de Edipo como constitutiva del hombre es muy interesante.
Vamos a concluir hoy con el comentario de esta única clase sobre Los Nombres del Padre. Quisiera retomar tres cuestiones que, vamos a ver, si les encontramos alguna respuesta. La primera tiene forma de pregunta y es, según el texto de Lacan: quién hay más allá del cual el sujeto, cada vez que habla, toma la voz. Es decir, más allá del Otro que encarna el lugar del Otro, cómo concebir eso Otro, que es de donde el sujeto toma la voz. La segunda cuestión es:
"Está claro que el Otro no podría ser confundido con el sujeto que habla en el lugar del Otro, aunque sólo fuera por su voz, el Otro, si él es lo que yo digo, el lugar donde ello habla, no puede plantear más que un tipo de problema: el del sujeto previo a la pregunta."
Teníamos la cuestión del Otro y ahora tenemos la cuestión del sujeto. El estatuto del sujeto antes de que advenga la pregunta. En los dos casos, es evidente, se trata del origen tanto del Otro como del sujeto. Y el tercer problema es:
"Si míticamente el padre no puede ser más que un animal, el padre primordial, el padre anterior a la prohibición del incesto no puede estar antes del advenimiento de la cultura, y de acuerdo al mito del animal su satisfacción no tiene fin: El padre es ese jefe de la horda."
Con lo cual, nos encontramos con nuestros dos problemas y la respuesta dada por Freud. En esta clase, la posición de Lacan era que en la respuesta freudiana se esconde algo de la verdad que efectivamente responde a las cuestiones que se nos plantean.
Recordarán las tres divisiones con las que cerramos la vez pasada: el deseo del Otro, la demanda del Otro y el goce del Otro. Se acuerdan que, al cierre de esa problemática, Lacan distinguió neuróticos, perversos y místicos. Nosotros retomamos el texto a partir de allí. La pregunta con la cual Lacan plantea estas cuestiones, lo que había planteado al comienzo de nuestra reunión pasada, requería de la distinción: deseo, goce y objeto y era porque hay neuróticos. Sigo con la lectura de la clase:
"No puedo dejarlos sin haber al menos pronunciado el nombre, el primer nombre, por el cual querría introducir la incidencia específica de la tradición judeo-cristiana, no la del goce, sino del deseo de un Dios, el Dios Elohim."
Lacan dice que la clase está por terminar, él no va a dictar el Seminario y no quería entonces dejar de plantear, al menos, una respuesta para esos problemas. Y la respuesta que va a encarar para esos problemas, para todos los problemas que acabo de enunciar, les repito el párrafo es:
"No puedo dejarlos sin haber al menos pronunciado el nombre, el primer nombre, por el cual querría introducir..."
No es tan importante el nombre, sino lo que él quiere introducir.
"... por el cual querría introducir la incidencia específica de la tradición judeo-cristiana, no la del goce, sino del deseo de un Dios, el Dios Elohim."
Quito del párrafo lo que a nosotros no nos interesa entonces:
"... querría introducir la incidencia específica de la tradición judeo-cristiana (...) del deseo de un Dios..."
Y esta introducción de la tradición judeo-cristiana es ¿a qué? Porque esta es una clase muy condensada, muy problemática. ¿A qué? Entiendo yo que, justamente, a esos problemas que nosotros teníamos. O sea, nuestro problema clínico es la neurosis. En el esquema que Lacan plantea respecto de la neurosis, distingue neurosis, perversión y misticismo y destaca su concepción de la perversión y es que la perversión es, de las tres posiciones (neurosis, misticismo, perversión) la que más íntimamente respeta la posición del padre. Al contrario de lo que se creía hasta él. Ahí, Lacan dice, de todo lo que yo iba a trabajar de los Nombres del Padre, solamente voy a introducir el primero. ¿Respecto de qué el primero? De la tradición que nos incumbe del deseo de Dios, no del goce de Dios.
Les quería proponer que, justamente en psicoanálisis, las preguntas que hicimos y la cuestión de la neurosis, se nos plantean porque nosotros somos herederos de esta tradición. Y voy a tratar de demostrarlo. Voy a tratar de demostrar por qué el psicoanálisis se ha generado en Occidente y por qué es que en Occidente se ha podido distinguir entre místicos, perversos y neuróticos y que estamos, nosotros, los psicoanalistas, para atender a los neuróticos. Me refiero en este punto a que, por ejemplo, en la cultura hindú tienen un culto al Dios elefante. Pero también están los que tienen un culto al Dios mono y está el templo al Dios mono. No podrían haberse planteado estas preguntas porque no podrían haber surgido estos problemas. ¿Se entiende? Ahora me queda demostrarlo. Al menos, dar los argumentos que convaliden la hipótesis.
Si vamos rápido y vamos bien como supongo que vamos a ir, van a ver que les voy a plantear esto, pero también les voy a plantear exactamente lo contrario desde otra perspectiva, tomando la Proposición del 9 de Octubre de 1967 sobre el analista de escuela, y el lugar que le da Lacan ahí a la religión de los judíos. Aquí le vamos a dar a la religión judeo-cristiana un valor determinante para nuestra cultura, pero van a ver que desde otra perspectiva se la puede leer de otra manera. Y, van a ver qué relación da entre la religión de los judíos y la formación del analista. Con lo cual, ahí habría cierta tensión en los argumentos que, hasta cuando yo empecé a leerlos, me pareció que había en juego, casi, una contradicción.
"Ante este Dios término primero, Freud, seguramente más allá de lo que nos transmite su pluma, se detuvo. Este Dios cuyo nombre no es más que el nombre Sadday..."
En hebreo se tiende a pronunciar "Shadday". Y, ¿vieron la cajita con un pedacito de texto que se pone en las puertas de las casas de los judíos? ¿Conocen esa tradición? Esa cajita tiene una ventanita, en esa ventanita hay una letra: ÿ. Esa letra es la primera letra de este nombre de Dios, Shadday. Esa letra es la "shin" que es el fonema con el que empieza "Shadday". Es un fonema que en castellano no lo tenemos.
"Ante este Dios término primero, Freud, seguramente más allá de lo que nos transmite su pluma, se detuvo. Este Dios cuyo nombre no es más que el nombre Sadday, que no habría pronunciado jamás."
Lo primero que tenemos es esta cuestión: Hay un nombre, es este nombre, hay una pluralidad de nombres. Pero hay una prescripción. Y es que el nombre de Dios no se pronuncia. Empiecen a anotar una de las prescripciones que vamos a tener que tomar en cuenta para la oposición del goce de Dios y el deseo de Dios, y como nosotros, como cultura, nos marca predominantemente el deseo de Dios. Para esa diferencia, la primera dimensión que vamos a notar es que, hay una pluralidad de nombres y que este nombre Sadday quiere decir en su origen etimológico de la montaña, es el Dios de la montaña. Ya les había dicho, la vez pasada, que Él es el nombre genérico para Dios en toda esa región, no es un nombre hebreo. Sadday sí, es uno de los nombres de Dios hebreo, es anterior a Yahvé y quiere decir de la montaña. No importa tanto esta pluralidad de nombres y el valor de cada nombre, sino que se caracteriza por no deber ser pronunciado. De hecho, si ustedes ven textos de religiosos, tampoco lo escriben.
Sigo con el texto:
"Este nombre en el Éxodo, en el capítulo VI, el Elohim que habla en la zarza ardiente que es necesario concebir como su cuerpo, que se traduce por la voz y del cual no se les he querido explicar que es otra cosa, este Dios hablándole a Moisés le dice en ese momento: Cuando vayas hacia ellos, les dirás que yo me llamo Yo soy, Eyhe, Yo soy lo que soy."
Primera cuestión: No sé si se acuerdan un poquito de las películas del sábado por la tarde de Moisés. Se acuerdan que es Abraham quien es designado el padre de la fe. Si quieren leer un muy buen trabajo sobre esa posición de Abraham, tienen que leer Temor y temblor de Kierkegaard, donde está todo el tiempo trabajando el problema de la fe y está la distinción entre padre de la fe, caballero de la fe, etc. Es un análisis impresionante, cuyo punto nodal de organización también es la angustia, tal como propone Lacan. Entonces, si recuerdan algo de las películas sobre el relato bíblico, recordarán que Moisés duda, y duda bastante. A veces, parece que Dios se enoja con él porque duda tanto. Tanto duda que al final se hace acompañar por su hermano. Pero antes que Dios acepte, en ese diálogo que tiene con Moisés, la idea que lo acompañe Aron, el hermano, Dios le hace bastantes pruebas a Moisés, que son las mismas pruebas que Moisés le hará al Faraón. Por ejemplo, convertir el palo que lleva en la mano en una víbora, una serpiente y hacer surgir agua de una pierda justamente con ese palo. No pierdan de vista que ahí está ese momento de oposición donde Dios se manifiesta por sus virtudes mágicas... Ustedes saben que magia es cuando empieza a haber cierto poder de los objetos, no de la divinidad. Cuando es poder de la divinidad, es de la religión. Magia es cuando hay una piedra, una esfera de vidrio, polvo. Ahí hay una oposición, en la cual Dios se podría haber seguido manifestando por la vía mágica. Esto es por cierta potencia de los objetos. Que también podríamos considerar mágica a la zarza que ardía pero no se quemaba. Todas esas pruebas de magia, que es el comienzo de las mismas pruebas que Moisés les hará al Faraón y luego se convertirán en las diez plagas, son de la índole de presencia corporal.
Lo que nos está marcando Lacan es el pasaje que se da en este momento entre la presencia corporal y la presencia simbólica, porque es el pasaje del goce del Otro al deseo del Otro. Si bien están esas dimensiones, la zarza ardiendo que no se quema, el bastón que se convierte en serpiente y la prueba de hacer salir agua de una piedra, si bien está todo eso, también está el advenimiento de un nombre. Piénsenlo: ¿Para qué hacía falta el advenimiento de un nombre? Por ejemplo, Moisés le podría haber preguntado: "¿Y quién le diré que eres tú?" Y Dios le podría haber contestado: "Andá tranquilo, se van a enterar quién soy yo".¿Para qué hace falta un nombre si va a matar a todos los primogénitos? ¿Para qué hace falta un nombre si va a convertir en sangre todos los ríos de Egipto y se van a morir todos los peces? Con la contundencia de esas pruebas, ¿para qué hace falta el nombre? ¿Se dan cuenta el problema que está en juego? Lo que Lacan nos está proponiendo, es que ahí queda descifrado en la historia el pasaje, después vamos a trabajar otro pasaje captado en la lectura por Lacan, entre la prueba de la presencia que es vía el cuerpo, la voz si ustedes quieren y no se olviden que el nombre de Dios no se pronuncia- pero que fecunda en un nombre. Es en esto donde Lacan justifica, lo vamos a ver en unos párrafos más adelante, la validez de su propuesta de la metáfora del Nombre-del-Padre porque se trata, para Lacan, de una sustitución. Y acá él registra en la historia de nuestra cultura la sustitución de las pruebas de la existencia de Dios a través del registro corporal por la existencia de un nombre. Entonces, dice, he ahí el momento de advenimiento de un Dios que es un Dios del deseo. Por el pasaje del registro de lo Real al registro Simbólico que caracteriza nuestra cultura. Es por eso que hay neuróticos. Así leído, en la India donde está el Dios elefante o el Dios mono, no podríamos decir categóricamente que hay neuróticos. No porque no haya mujeres que nosotros veamos que tienen cosas extremadamente parecidas a conversiones histéricas. Es que no las podríamos concebir como histeria porque no podríamos trabajar entre la diferencia: goce del Otro, demanda del Otro y deseo del Otro. Porque el andarivel deseo del Otro no está netamente fundado, siguen estando ahí presentes los cuerpos de los animales que están en juego. Voy a trabajar más todavía con los animales acentuando en esta comparación con la India la presencia de los cuerpos, luego voy a trabajar la cuestión de los animales.
"Cuando vayas hacia ellos, les dirás que yo me llamo Yo soy, Eyhe, Yo soy lo que soy.
"La propiedad de estos términos: designar las letras que componen el nombre, siempre ciertas letras elegidas entre las consonantes. Yo soy, yo soy el cortejo, no puede darse ningún otro sentido a este Yo Soy que el de ser el nombre: Yo soy."
Yo Soy, a partir de aquí es un nombre ¿cuál nombre? Yo Soy. Pero a pesar que se puede decir que Yo Soy queda de un lado y del otro: Yo Soy es un nombre ¿cuál nombre? Yo Soy. Lacan dice que, igualmente, se ha producido una sustitución entre todo lo que en la tradición podrían ser las presencias corporales de la divinidad. En la forma que estoy hablando un trueno perfectamente podría ser presencia corporal. Relámpago podría ser presencia corporal al igual que maná (caída del cielo). Si ustedes leen a partir de estas claves de Lacan, van a ver que hay toda una conflictiva interesantísima para ver cómo va resultando la lucha para cada una de las partes en todo el trayecto del Antiguo Testamento.
Lo primero que nosotros tenemos es que se trata, para nosotros, en nuestra tradición cultural, del advenimiento del deseo del Otro. Esto es por una metáfora. ¿Qué metáfora? La presencia corporal por un nombre. Un nombre que, para colmo, tiene la virtud de no deber ser pronunciado.
Intervención: Esto está en la tradición cultural nuestra, encuentro una comparación con el pequeño Hans. El tema del caballo debiera representar como nombre del padre este pasaje.
Tal cual. Lacan lo trabaja en esta clase cuando afirma:
"La fobia no es más que un retorno..."
Esto es lo que quiero trabajar un poco más adelante en nuestra reunión de hoy.
"En cuanto a lo que es este cordero, es con esto que deseo terminar, pues no es verdad que el animal aparezca como metáfora del padre al nivel de la fobia. La fobia no es más que un retorno."
Porque había animal antes del padre. ¿Ven la potencia clínica de estos comentarios de Lacan? Se va al núcleo de nuestra tradición cultural que, para nosotros, gente común, es imposible ir al núcleo de nuestra tradición cultural porque estamos bañados en ella y no nos damos cuenta. Pero siguiéndolo, a Lacan, enseguida nos aparecen los problemas clínicos, y hasta invirtiendo la posición más típica de nuestra disciplina que es que el caballo es el sustituto del padre, en realidad es un retorno del caballo.
"Pero es bajo este nombre que me he anunciado a vuestros ancestro. Dios de Abraham, de Isaac y Jacob, y no Dios de los filósofos y de los sabios, dice Pascal..."
Efectivamente hay dos lugares en el Éxodo: en el capítulo IV y en el VI, donde estamos trabajando con esto. En el IV, está la historia de la zarza ardiente y la primera vez que Dios se presenta bajo este nombre que es el nombre de Yahvé. Pero en el capítulo VI, lo dice con más claridad, y es: Yo ya había estado presente para vuestro pueblo, pero no me había presentado como nombre.
"No estaba previsto que se los dijera hoy. No forzaré la puerta aunque fuese la del Infierno, para decírselo, pero entiendo que introduzco lo que les hubiera podido decir a través de algo esencial: -remítanse a Kierkegaard- la Akedá, el sacrificio de Abraham bajo la forma en que se penetra en una tradición donde las imágenes no están prohibidas."
Una cosa es la zarza ardiente, frente a ella uno no puede más que angustiarse como ante cualquier otro fenómeno real que para uno es en el automatón. Una presencia divina. Supónganse que empiezan a morir los primogénitos, mueren tantos y uno se da cuenta que algo pasa ahí. Pero frente al hecho que mueren los primogénitos, uno no puede más que angustiarse porque es un real. Ahora, algo sucede totalmente distinto, un quiebre cultural, cuando este ser real se denomina mediante un nombre. Y no se engañen: Igualmente hay una sustitución de 180º aunque este nombre sea el ser. Porque ya es un nombre, implica una metáfora, una sustitución: el ser real por un nombre. Observen, para colmo, cómo se acompaña en esta tradición este nombre: Primero, no debe ser pronunciado y, segundo, no se deben hacer de él representaciones. Con lo cual, en una sustitución de lo Real por lo Simbólico, no pierdan de vista, que están prohibidas tanto la voz como la imagen, tanto la voz como la mirada. ¿Ven como hay un reforzamiento de lo Simbólico?
Intervención: Es increíble por la apelación que hace Freud a la filogenia (...) Lo que hay en la tradición cultural en Occidente como núcleo es, lo que vos estás planteando, ontogénicamente lo que la filogenia repite como fundamento de la constitución subjetiva en la fobia.
Y es una transformación de la ontogenia. Porque el ser deja de ser concebido tan sólo como ser y empieza a operarse una dimensión del nombre del ser. Nada cambia en la potencia, por ejemplo que nazca una cultura como la nuestra que es rarísima. La cultura occidental es rarísima. Hay tres momentos de la cultura occidental en su relación con las otras: El primer momento fue el inglés con los shortscitos y el sombrero ridículo visitando pueblos y diciendo: "Son rarísimos, comen caca". El segundo momento es: "Cada uno come lo que quiere". Y a partir de la década del 70 del siglo pasado, lo que quedó claro, es que los raros somos nosotros. Somos los únicos que tenemos características rarísimas. Por ejemplo, la constante y permanente mutación. La nuestra, es una cultura que cambia todo el tiempo a diferencia de otras que son milenarias y que no cambian nada: la cultura china, la cultura japonesa, los hindúes. ¿No les llama la atención la cultura milenaria? Ustedes tienen una PC Pentium y ya no sirve. Una Pentium, no Pentium I, II Yo hoy habría mi computadora y leí, nunca leo cuando prendo mi computadora qué dice, decía "Windows 98". Y dije: "Cinco años ¡Qué barbaridad!". Piensen que la forma de hacer té que tienen los japonenses es la misma hace ochocientos años, y yo me conmoví de lo viejo de mi sistema porque ya tenía cinco. ¿Entienden en qué cultura estamos nosotros? Lacan dice que esa diferencia que es nuestra constante mutación tiene que ver con el padre, lo dice en La Familia que es de 1938. Ya en el 38, Lacan, se había dado cuenta que lo que caracteriza a nuestra cultura es la mutación permanente. Y su primera hipótesis es que tiene que ver con el padre. Como el padre es contradictorio, como dice Freud, como es represor, entonces genera conflicto, y al generar conflicto no es una cultura armónica. Al no ser una cultura armónica, la solución a esos conflictos, son los cambios.
En realidad ahora, en este Seminario, lo que vamos a trabajar es una idea más potente sobre la misma base y es que para nosotros desde hace dos mil quinientos años, dos mil setecientos años, lo que se produce es un pasaje de la divinidad a una condición estrictamente simbólica. Y es partir de ahí, piénsenlo, que quizás lo Simbólico tiene la potencia que nosotros le conocemos. Nosotros siempre hablamos de la potencia de lo Simbólico, cuando queremos decir la potencia del cambio. Pero hay otras culturas, donde lo Simbólico se caracteriza por un ritual permanente. ¿Vieron la película sobre el último emperador de China? Termina medio loco... Y sí, porque es una tradición que tenía tres mil años. Para nosotros es inconcebible algo que tenga más de cincuenta o sesenta años que perdure. Acá tienen las condiciones: es un Dios de deseo y el Dios del deseo implica metonimia y, al implicar metonimia, hay cambio permanente.
Entonces, nombre que no se pronuncia, que no se produce en imágenes. La figuración de todas estas cosas está prohibida para los judíos, entre los cristianos no. No tengo ninguna idea de por qué no. Pero, al menos, donde se origina nuestra tradición es el pasaje de un ser real a un ser simbólico, porque este ser simbólico es la palabra "ser". Ser real de este lado no hay problema, acá tendríamos "ser" simbólico. No tendríamos problemas porque va entre comillas, porque "ser" es un nombre. Miren qué sutil que ha sido ese pasaje. Acentuadas las coordenadas de la condición simbólica por hacer de ese nombre algo impronunciable, algo que hay que evocar, si ustedes quieren, por sustitución metafórica y, por otra parte, no representable. No les estoy diciendo que con Moisés ésto se haya producido en un solo momento. Perfectamente pudo haber sido un personaje real o mítico, no importa, pero en su libro el Éxodo- es casi una tradición de trescientos, cuatrocientos o quinientos años. Tienen que haber sido sucesos de la vida de un hombre aunque ese hombre haya existido o no, no entro en ese debate.
La figuración estaba prohibida entre los judíos, lo tienen en el famoso hecho de cuando Moisés baja con las tablas de la ley en el becerro de oro. Ahí, aparece de vuelta una dimensión de ser. Todavía es un momento conflictivo y vacilante de la cultura. Porque apenas Moisés se distrae un ratito ya había aparecido de vuelta la dimensión de ser. Y observen, qué interesante, porque el becerro de oro no tiene nombre. Nosotros lo conocemos como el becerro de oro.
"La figuración de estas cosas está prohibida entre los judíos, ¿por qué en el cristianismo surge de tanto en tanto la fiebre de desembarazarse de ella?"
Ven que Lacan se hace la pregunta de por qué los cristianos se quieren desembarazar de esta prohibición. Una pregunta de Lacan que él mismo no tiene respuesta.
"Ver las estampitas..."
Propone el ejemplo de las estampitas. Es verdad, es muy notable la presencia de las estampitas. Si trabajásemos a la freudiana, con todos sus retornos porque vieron que a muchas estampitas se le pega una espiga de trigo que es muy distinto a escribir "trigo". Se le pone una espiga trigo real. ¿Ven esas idas y vueltas?
Intervención: ¿Ahí no se podría pensar en el dibujo de la arcada (...)?
Claro. Lacan, articula a los místicos el goce, el perverso queda íntimamente anudado al deseo del Otro, el neurótico a la demanda del Otro. Es por eso que Lacan dice que el deseo es la posición más firme de creer en Dios, en nuestro Dios, es por eso que articula Kant con Sade y el Dios supremo en maldad. ¿Ven que es una figura de la divinidad? Lacan, a estas idas y vueltas de esta condición ahora voy a trabajar otra dimensión perfectamente articulada a esta- lo piensa en el nazismo. Para Lacan el nazismo es un retorno a un Dios Real, a los dioses oscuros de lo Real, y por eso dice que al nazismo le hace falta quemar cuerpos, que no alcanza con marcas simbólicas. Hubo que producir la solución final y quemar los cuerpos. Lacan tiene, para colmo, una versión del Holocausto muy criticada por estudiosos del Holocausto.
Entonces, Lacan se plantea el problema de las estampitas que él no puede resolver.
"Lo que se ve sobre las imágenes en este nivel, todo lo que es necesario en suma, no para suplir mi seminario puesto que allí no están los nombres sino las imágenes, desplegando todo lo que les he dicho. He avanzado bastante para que vuelvan a encontrar lo que he anunciado sobre la metáfora paterna."
Está todo muy abreviado. Pero aquí lo que Lacan está diciendo, es: "¿Ven que yo siempre les he hablado de una sustitución?" Con los Nombres del Padre, no quería saltearme el primero, porque el advenimiento del primero connota nuestra cultura porque implica el pasaje neto de Dios en lo Real. Dios en lo Real es cualquier cosa que sale de lo previsible: Dios del trueno, Dios de la lluvia. Pero vieron que el Dios de la lluvia se manifiesta cuando no llueve o cuando llueve, sino para qué inunda un pueblo. Si no, con la fiesta de la lluvia va todo bien durante años y años. Pero cuando empieza a llover como en Cien años de soledad, empieza a llover y no para, ahí tenés el Dios de la lluvia y decís: ¿Qué pasó? ¿Por qué se enojó? Siempre la solución es empezar a matar gente del pueblo porque es la forma de parar eso, lo que reclama que del lado mío, del lado del creyente, despierte angustia.
"He avanzado bastante para que vuelvan a encontrar lo que he anunciado sobre la metáfora paterna."
Bien, entonces ahora comenta esta lámina de Caravaggio.
"Hay un hijo, la cabeza apretada contra el pequeño altar de piedra (cuadro de Caravaggio), hace una mueca de sufrimiento, el cuchillo de Abraham levantado sobre él, el ángel que es allí la presencia de aquél cuyo nombre no es pronunciable."
"El ángel, un ángel, ¿qué es un ángel? Estos ángeles, ¿cómo los suprimirán ustedes de la Biblia?, le decía yo a un padre eminente, lo volví loco. En mi último diálogo con el padre Theilard de Chardin, creí que lo haría llorar."
"-¿Me está hablando realmente en serio?"
"-Sí, padre, está en los textos. Con su nominador del planeta, ¿qué haría con los ángeles?"
"Este ángel retiene el brazo de Abraham, y sin el consentimiento del padre Theilard, sea lo que sea este ángel, es a título de El Sadday que está allí. Siempre visto tradicionalmente allí. Es sin duda a título de esto que se desarrolla todo lo patético del drama al que nos arrastra Kierkegaard. Antes de este gesto que retiene Abraham llegó ahí para algo. Dios le dio un hijo..."
¿Recuerdan las circunstancias del hijo? Es el famoso pacto. Conviene revisarlo porque las cosas no son, siempre los historiadores nos lo enseñan, tan netas como nosotros creemos, que los hechos históricos siempre se caracterizan por mutaciones importantes, pero esas mutaciones no implican un cambio total que en ninguna de las tradiciones anteriores deja de aparecer. El pacto fue que se iba a practicar, a partir de Abraham, la circuncisión. Circuncisión es un corte en redondo sobre el cuerpo. Dios le iba a dar a cambio de eso, pero no sólo de eso, alguna descendencia tan numerosa vieron la metáfora es- como las estrellas del cielo, como la arena del desierto, etc. Pero también le exigía un cambio del nombre. Abram se agrega una letra, pasa a ser Abraham y Sadday pierda una letra y pasa a ser Sada. O sea, hay un cambio también en el nombre. Siempre: un cambio en el cuerpo y un cambio en el nombre. Ese es el famoso pacto. En determinado momento, nace Isaac y Dios se le presenta a Abraham y le pide el sacrificio de Isaac. Está relatando Lacan ese momento.
"Antes de este gesto que retiene Abraham llegó ahí para algo. Dios le dio un hijo y le dio la orden de traer a su pequeño para una misteriosa cita, atado de pies y manos como una oveja, para sacrificarlo. Antes de conmovernos, podríamos recordar que, hacer el sacrificio de su pequeño hijo al Elohim era algo corriente en aquélla época. Esto ha continuado hasta tan tardíamente que fue necesario para que esto cesara, que el ángel y los profetas detuvieran a los israelitas para que no volviesen a hacerlo."
La tradición judía está notablemente reprimida. La elaboración de estos momentos como sacrificios humanos. ¿Entienden que Lacan lo está interpretando al revés? Lacan dice que el ángel... Aclaremos un poco, que Caravaggio haya pintado este cuadro y que este cuadro revele toda la estructura de la tradición histórica no es muy sostenible. Es como de un sueño de un "chabón" interpretar todo Occidente. Pero los argumentos están. Si ustedes conociesen la Biblia, el Antiguo Testamento, sabrían que están los argumentos. Lo que Lacan dice es que es al revés: es que Abraham iba a sacrificar a Isaac, el pueblo judío producía aún sacrificios humanos, y que el ángel que es Dios o el representante de Dios, le detiene la mano para que se deje de practicar entre los judíos el sacrificio de vida. Y es muy interesante porque aquí aparece el carnero. Lacan toma aquí, es insostenible, a Schlomo Ben Isaac de Troyes, un librito que data del fin del siglo XI, un ashkenazi. Entienden que no se puede trabajar así porque todo da. Una película, un chiste, un sueño de la bobe y te arma cualquier historia. El asunto no es de dónde saca, sino si es válida la estructura de dónde se obtiene. Porque después, hay cierta tradición que dice que de este carnero, que es el carnero original de Adán y Eva, se sacó el cuerno que se toca en el templo el día del perdón, el shofar.
Lo que Lacan plantea es que Dios, o una presencia divina, toma el brazo de Abraham para detenerlo, con la lógica de: deja de producir sacrificios humanos y -acá viene la idea- en lugar de eso sacrifica al Dios de vuestros ancestros: el carnero. Es absolutamente distinta de cómo nosotros solemos entenderla. ¿Vieron que les decía: tomen en cuenta la fórmula el Dios de vuestros ancestros, de Abraham, Isaac y Jacob? Porque no dice dónde empieza y esa tradición puede empezar, como propone Freud en Tótem y tabú, excepto que nosotros no hacemos la sustitución de Dios carnero, Lacan dice que nuestras divinidades empezaron como divinidades animales. Les decía de los hindúes. ¿Vieron alguna vez películas o leyeron algo sobre las religiones hindúes? De verdad tienen el templo del Dios elefante, del Dios mono, no es chiste. Son divinidades. Lo que Lacan dice es que éste es otro momento fundante. Con Moisés, lo que tenemos es la sustitución de la divinidad real por el nombre. Un nombre tramitado con una limitación neta de voz y mirada. ¿Ven que está reforzado y hay que atacar lo Real de esa condición para que sea netamente simbólico? Para colmo, es un nombre que ni siquiera debe pronunciarse, para que no se produzca la carencia rítmica. Por otra parte, saca de aquí los sacrificios humanos. Con lo cual, la ofrenda a los dioses, también implica un pasaje a lo Simbólico, a diferencia por ejemplo de Ifigenia.
Acá está el Memorial de Pascal, es donde Pascal dice que no es el Dios de los filósofos, sino el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Es un día que Pascal tiene una alucinación; o sea, es Real. Y observen que no se le escapa, a Pascal, que ese Dios no es Yahvé. Es el de Abraham, Isaac y Jacob porque ese es el de los ancestros, ese se presenta Real todavía. Con lo cual, hay dos movimientos: Un movimiento que se registra con Abraham que tiene, a su vez, dos movimientos. Primero, una marquita en el cuerpo alcanza, no hace falta matar a alguien, la circuncisión. Y, por otro lado, como propone Lacan leer el sacrificio de Isaac, y es que la divinidad, el orden Simbólico dice: "¡Basta con matar!" No hace falta sacrificar a alguien real. Alcanza con una espiga simbólica, con un animal simbólico. No hace falta sacrificar al hijo. De hecho, estuve revisando en la Biblia y muchísimo tiempo después todavía hay sacrificios de hijos en la Biblia. Por eso Lacan dice "Los profetas". Yo me fui a "Los profetas" porque Lacan dice que todavía los profetas siguen protestando.
"Esto ha continuado hasta tan tardíamente que fue necesario para que esto cesara, que el ángel y los profetas detuvieran a los israelitas para que no volviesen a hacerlo."
Yo dije: "¿los profetas?" Lo que pasa es que leí mil veces la Biblia, pero nunca la había leído así. Y entonces, fui revisar y está. Es un tipo que está en guerra contra los vecinos (como siempre en la Biblia se está en contra de los vecinos) y le hace una promesa a Dios: "Si me das la victoria en la batalla, te entregaré en altar a la primer persona que salga de mi casa." ¿Adivinen quién fue? La hija virgen, es Ifigenia, lo que pasa es que está contado al revés. Y es todavía en la época de los profetas, muchísimo después de Abraham. Vean que es una tendencia que no se quitó de un día para el otro. No pierdan de vista, entonces, que nuestra cultura se caracterizó, por una sustitución metafórica de la víctima como una sustitución metafórica de la divinidad. Es por eso que se ha comentado simbólicamente ambos registros.
Con los Nombres del Padre, Lacan quería trabajar al menos el primero que dice que es Sadday, yo digo que es Yahvé, más claramente, porque indica lo que caracteriza a nuestra cultura que es lo que permite advenir al psicoanálisis y lo que permite advenir a la oposición neurosis-perversión-místicos.
Ya hablamos del cordero por la pregunta anterior, que es la reconsideración de Lacan respecto de la fobia. La fobia no es la sustitución del padre por un animal. No es padre original sustituido por un animal por el niño fóbico, sino el retorno. El retorno de la tendencia de volver al Dios de los ancestros.
Lo último que les voy a leer:
"Lo que Elohim le designa a Abraham para sacrificar en el lugar de Isaac es su antepasado, el dios de raza."
Y ese es un animal.
"Aquí se marca la línea divisoria entre el goce de Dios y lo que una tradición le asigna como deseo, deseo de algo de lo cual se trata de provocar la caída, esto es: el origen biológico. Aquí está la clave de este misterio donde se liga la versión desde el punto de vista de la tradición judaica, la práctica de los ritos metafísico-sexuales, respecto a lo que une a la comunidad en la fiesta en lo que hace al goce de Dios. Se manifiesta algo que, siendo el deseo, pone esencialmente de relieve la hiancia que separa el goce del deseo, ..."
Pero la hiancia que separa notablemente el goce del deseo es una propiedad de nuestra cultura, en otras culturas no existe. Y por eso el deseo tiene la incidencia que tiene y por eso hay neuróticos.
"Se manifiesta algo que, siendo el deseo, pone esencialmente de relieve la hiancia que separa el goce del deseo, y símbolo de ello es que, en el mismo contexto de la relación de El Sadday con Abraham, la circuncisión, signo de la alianza del pueblo, aquél que ha elegido, la circuncisión indica ese pedacito de carne cortada a cuyo enigma los había conducido yo con algunos jeroglíficos, ese pequeño a."
Quiere decir que es en nuestra cultura donde adviene en toda su potencia el objeto a, porque el objeto a se produce por el mecanismo de la sustitución. La sustitución del sacrificio de la víctima por la pequeña marquita. Y, a partir de allí, la pequeña marquita empieza a ser para nosotros una búsqueda insaciable. ¿Cuál será la verdadera pequeña marquita que vendrá en lugar del objeto?
No más, hasta aquí.
En la Proposición del 9 de Octubre de 1967 de la cual hay dos versiones: la conferencia y el escrito, les quería leer porque esto podría hacernos creer que: "¡Ah! Debe ser por esto que hay tantos psicoanalistas judíos." Porque es claro que mejor que esta tradición para ser psicoanalista no hay. ¿Vieron en las películas yanquis donde quieren poner una metáfora de psicoanalistas buscan algún nombre judío europeo? Uno podría decir: "Pero es coherente. Es que en esa tradición como en ninguna otra se ha producido la distinción del deseo del goce, donde opera como en ninguna el objeto a y nada mejor, entonces, que ser judío para ser psicoanalista." No les recordé que hay unos cuantos párrafos dedicados a los judíos en la Proposición del 9 de Octubre de 1967. Párrafos dedicados a los judíos que son tachados y ya no están presentes en el escrito a pesar que Lacan lo dijo en la conferencia y, yo les diría, no se animó a publicarlo en un escrito. Dice lo siguiente:
"La solidaridad de la tres funciones capitales que acabamos de trazar halla su punto de reunión en la existencia de los judíos. Lo cual no ha de asombrar cuando se conoce la importancia de su presencia en todo su movimiento."
"Es imposible liberarse de la segregación constitutiva en esta etnia con las consideraciones de Marx, y mucho menos las de Sartre. Por este motivo especialmente la religión de los judíos debe ser cuestionada en nuestro seno." 1
Es la Proposición del 9 de Octubre de 1967 sobre el analista de la escuela y Lacan no solamente teoriza y da las condiciones que él considera mínimas necesarias para el analista de escuela, sino también para su escuela.
Cuando lo leí por primera vez pensé que era antisemitismo puro. Lo que está proponiendo aquí es que hay ciertas propiedades de la religión de los judíos de las que hay que cuidarse muy bien que no estén presentes en la escuela de los psicoanalistas porque si lo están, son obstáculo a la formación del analista. Cosa que parece todo lo contrario a lo que acabamos de leer.
Ahora voy a leer cuáles son estas funciones capitales. No sé si se dieron cuenta, porque es Lacan y estoy leyendo rápido, que dijo que ni Marx ni Sartre fueron capaces de explicar la segregación, el antisemitismo.
"Es imposible liberarse de la segregación constitutiva en esta etnia con las consideraciones de Marx, y mucho menos las de Sartre. Por este motivo especialmente la religión de los judíos debe ser cuestionada en nuestro seno. "
La religión de los judíos implica el antisemitismo. Es como si el antisemitismo fuese el retorno invertido de la religión de los judíos.
Él propone tres coordenadas. Estas tres coordenadas corresponden a los tres registros de Lacan.
"Esto quizá no me exime de indicar al menos, condición previa de una crítica al nivel de la extensión, tres puntos de referencia que hay que producir como esenciales. Tanto más significativos cuanto que al imponerse por su grosor, se reparten en los tres registros de lo Simbólico, lo Imaginario y lo Real."
Y aquí vienen los tres que les propongo leer. Según mi lectura son Simbólico, Imaginario y Real, tal como lo dice ahí. Uno:
"El apego (...) a las coordenadas de la familia..."
Lacan dice que caracteriza a la religión de los judíos el apego a las coordenadas de la familia ya que, implica un modo de interrogación de la sexualidad con participación en el saber, en la cual la participación en el saber, se caracteriza por un lugar privilegiado del mito de Edipo. Como participa el saber, puse ahí Simbólico. Segundo: función de identificación en la teoría, en especial en el fin de análisis enlazado en la constitución que Freud le dio a las sociedades y el límite que él quiso dar a su mensaje. Una defensa contra el cuestionamiento del Edipo, el padre ideal que es igual al padre muerto. Vieron que Lacan está trabajando el fin del análisis como identificación al analista. Ahí, lo que Lacan propone es que el padre muerto de la teoría de Freud es el padre ideal. Dice que el fin de análisis es coherente con la estructura de las sociedades que Freud creó y que están creadas así porque son una defensa contra el cuestionamiento del Edipo. Con lo cual tenemos Edipo en el primero y Edipo en el segundo. El primero era: apego a las coordenadas de la familia, modo de interrogación de la sexualidad, y el segundo participación en el saber con un lugar privilegiado en el mito de Edipo. Tercero: marginación de la dialéctica edípica que implica una segregación particular.
Lacan critica la sociedad de analistas, el que se haya encerrado sobre sí misma y que no tenga una relación dialéctica con las otras sociedades de las ciencias afines. Propone, en la Escuela, una sección directamente destinada al vínculo dialéctico con las ciencias afines. Y él dice que caracterizó a las sociedades hechas por Freud, por autosegregarse, automarginarse. En ese sentido, Lacan critica la extraterritorialidad. El concepto de extraterritorialidad es el espacio donde se localiza la embajada de un país en otro país. La embajada de Inglaterra en Argentina es extraterritorial; en el territorio de Argentina la embajada de Inglaterra no participa del territorio argentino, es territorio inglés. Las sociedades analíticas siempre se consideraron extraterritoriales. Lacan dice que es porque se marginaron de producir una dialéctica. O sea, de poner en un sistema de crítica dialéctica al Edipo. Para Lacan, es por el Edipo por lo cual hay que erradicar a la religión de los judíos de la sociedad de analistas de la Escuela. Lo notable es que uno podría decir: pero el Edipo no es un mito judío, es un mito griego. Lacan dice que lo increíble es que Freud haya tomado al mito edípico y le haya dado el lugar que le dio, más aún, el que sus discípulos le hayan dado el lugar que se le dio. El padre muerto es el padre ideal.
Lacan, considera que la religión de los judíos debe erradicarse de la Escuela de la sociedad de analistas, tal como él la concibe en el 1967. ¿Por qué? Porque la religión de los judíos se caracteriza por ser opuesta a la formación de los analistas, tanto en el registro Simbólico, como en el Imaginario y en el Real. En el Simbólico, porque su modo de interrogación de la sexualidad participa del saber que es el del mito de Edipo. ¿Cómo es que en las sociedades de analistas se analiza la sexualidad infantil? El nene nace, se quiere acostar con la madre, el papá es obstáculo, entonces el niño lo mata. Lacan dice que este modo de interrogación de la sexualidad es provista por el Edipo y es contraria al Nombre-del-Padre.
A Lacan lo echan del listado de didactas de la I.P.A. justo cuando él iba a dictar el Seminario Los Nombres del Padre para que no dicte ese Seminario. ¿Saben la teoría de Lacan? Lo echan justo cuando él iba a dictar el Seminario Los Nombres del Padre justamente por esos obstáculos. Lacan, ha desarrollado ya su teoría sobre los Nombres del Padre, es a la altura del Seminario V o VI, si ustedes quieren desde el III ya está. Y observen que Lacan los podría criticar a todos ustedes, en general, me refiero a los psicoanalistas lacanianos, porque eran todos judíos, ya que los analistas lacanianos siguen sosteniendo al Edipo. ¿Por qué se sigue sosteniendo al Edipo? Porque es un rechazo del Nombre-del-Padre. En el sentido de que el padre muerto es el padre idealizado. Se sigue sosteniendo la función de un padre idealizado que aunque se lo mate, Lacan dice: " Desconfíen de que por matarlo se ha atacado la idealización porque ha muerto más idealizado." ¿Vieron cómo mejora el padre a partir de que está muerto?
Segundo, por la función de identificación en el fin del análisis. La función de identificación en el fin del análisis hace del analista un padre ideal, es un padre ideal que se sostiene en el padre muerto.
Tercero, marginación de la dialéctica edípica, un rechazo a lo que es analizar el Edipo. Lacan dice que la forma de hacerlo es no sólo el Nombre-del-Padre, sino los Nombres del Padre por la misma lógica.
Es por eso, que él dice que la religión de los judíos debe ser cuestionada en nuestro seno. ¿Por qué? ¿Por qué si es el Edipo lo que se utiliza para sostener al padre en psicoanálisis y Lacan solamente lo que nos advierte es que el padre muerto por estar muerto no sea un padre idealizado y en tanto que padre idealizado es intocable, por qué a esas tres dimensiones Lacan las considera como lo Simbólico, lo Imaginario y lo Real que deriva de la religión de los judíos? Porque la religión de los judíos, se los comenté rápidamente cuando hablábamos de Abraham, es la religión que se caracteriza por la fe. Abraham es el padre de la fe.
Revisen Temor y temblor de Sören Kierkegaard. Es espectacular el análisis de Kierkegaard del sacrificio de Isaac. Él llega a decir que no sólo Abraham no vacila, porque Abraham no vacila: "Toma a tu hijo, ponlo arriba del burro, agarra unas ramitas..." Él agarra al hijo, lo pone arriba del burro, agarra las ramitas... No sólo que no vacila -compárenlo con Moisés que está que dale, que no sé, que no me convencí, que no sé, que voy con mi hermano, que voy sólo, la vacilación es permanente- sino que Kierkegaard dice que no dice nada. Lo que determina la posición de fe de Abraham es que no dice nada.
Lacan lee la segregación bajo dos coordenadas: Que el psicoanálisis no se mezcló con la antropología, con la sociología, con la historia, con la matemática, con la topología, no se mezcló con la religión, no se mezcló con nadie; o sea, quedó totalmente encerrado. Y, otro dato que tomó Lacan es que ningún capo judío murió en los campos. Ningún psicoanalista famoso fue apresado en los campos. Lacan lo que está diciendo es: ¿Ven cómo funciona como cofradía? No son científicos sueltos, participan de un grupo. Y de hecho, Freud repartió los anillos. El grupo íntimo de la primera generación, Freud tomó pequeñas medallitas de su biblioteca, mandó a hacer siete. En una noche mística, le repartió a cada uno de sus discípulos uno de esos anillos. Los discípulos eran aquellos que iban a encargarse de sostener la existencia del psicoanálisis luego de la muerte de Freud. No se puede creer. Lo que Lacan está diciendo es que esto caracteriza a los judíos, se han segregado. ¿Y por qué se han segregado? Lean la historia, porque somos el pueblo de la fe, el pueblo elegido. Hoy ya no tanto, no es tan fuerte, pero a mi mamá, si se le preguntaba hace treinta, cuarenta años, por qué el antisemitismo, mi mamá con cierto orgullo decía: "Porque somos el pueblo elegido". Entiendan que hay un ida y vuelta muy interesante. Y lo que Lacan dice es que ahí se puede leer cierta participación de la religión de los judíos entre los psicoanalistas por cómo se cierran, se creen superiores y se cierran. Se creen superiores a todas las ciencias. Vieron que los psicoanalistas de segunda o tercera generación interpretaban un libro, interpretaban una historia, interpretaban todo en el delirio interno de sus sociedades porque no hablaban con un historiador, no hablaban con nadie.
Con lo cual, por un lado, nuestra tradición cultural se caracteriza por la separación del Otro del goce y del Otro del deseo. Es la separación del Otro del goce y del Otro del deseo lo que inaugura una función potente del objeto a. Eso, caracteriza la tradición judeo-cristiana y en eso se habilita la posibilidad de que exista el psicoanálisis. Por otro lado, el psicoanálisis debe distinguirse de la religión de los judíos en el punto de la fe en el padre, porque mientras siga habiendo fe en el padre el psicoanálisis no se va a poder desarrollar.
La tradición judeo-cristiana habilita la existencia del Otro del deseo. Y, a partir del Otro del deseo ya hay una dimensión operable de la falta en el Otro. Porque mientras el Otro sea, el Dios sea una presencia real que se lo calma, porque se lo calma, con sacrificios reales, allí no adviene la diferencia potente del deseo del Otro. La diferencia potente del deseo del Otro sólo adviene en nuestras coordenadas culturales. Aunque parezca mentira, el que está mejor relacionado al deseo del Otro es el perverso. Pero ¡guarda! Sacrificándose. Petrificándose como la prueba de la satisfacción del deseo del Otro. Es por eso que el imperativo categórico, Lacan, lo va a relacionar al Dios supremo en maldad de Sade, porque lo que a Lacan le interesa muchísimo es articular la posición perversa a un mandamiento puro de un Dios puro, el Dios que quiere.
Intervención: Pero no hay ninguna pregunta...
Y no, Lacan dice, congelando la angustia, petrificando la angustia, a condición de que no haya angustia. Y es notable de la clínica del perverso.
Intervención: ¿Cómo pensás esto en relación al superyó? ¿Queda del lado del goce del Otro?
Lo que pasa es que vos lo planteaste vinculado a la clínica y me da la impresión que nosotros en la clínica con lo que nos enfrentaríamos es con el sentimiento inconsciente de culpa, no con el superyó. Nosotros designamos genéricamente superyó, a la función del superyó y a los sentimientos inconscientes de culpa. De hecho, nosotros con el superyó mucho problema no tenemos. Tenemos problemas con los sentimientos inconscientes de culpa. En Freud no está netamente distinguido. Si en nuestra cultura hay una dimensión de separación entre el goce y el deseo de Dios, entonces ya está fundado el objeto a. Esa diferencia va a hacer que nunca coincidan.
Nuestro problema es porque trabajamos con neuróticos y los neuróticos se fundan en su respeto de la demanda del Otro, entonces el superyó adquiere la forma de la demanda del Otro. Es justamente en la clínica donde lo resolvemos. Lo que pasa es que para Freud los sentimientos inconscientes de culpa eran el relleno particular de la función superyoica. Los psicoanalistas de la tercera y cuarta generación sí creyeron que el problema era el superyó social. Y, entonces, que había que criar a los chicos en más libertad, dejar que se toquen el pitito porque se había supuesto que el malestar provenía de la excesiva represión, propia de nuestra cultura. Y, en realidad, nuestra cultura se caracteriza por una dimensión mínima de represión porque al estar fundada la diferencia entre goce del Otro y deseo del Otro, adquiere el objeto a una potencia que es irreprimible. Por ejemplo, en ese período histórico bajo la forma del deseo de saber. ¿A dónde nos va a llevar el deseo de saber que ha ocupado la ciencia? ¿Ustedes no cuentan ya que cada cosa que la ciencia genera como posibilidad va a tener una lista de personas dispuestas a hacerla? ¿No trabajan con esa hipótesis? Cuando se enteraron que se podía clonar, ¿no sabían ustedes que había decenas de personas dispuestas a ser clonadas? Y desde el día en que se empiezan a vender viajes en naves espaciales un montón de millonarios... Es rarísimo.
Intervención: ¿Vos lo relacionás con el deseo de saber eso?
En nuestra época histórica, el objeto a se tipifica como deseo de saber. Y hay un montón de gente destinada, avocada, a trabajar en función de saber. Todos los productos de ese deseo de saber son favorablemente alojados, por más horror y espanto que produzcan en la moral social. Porque están buscando el objeto a. A veces se lo encuentra así.
Intervención: ¿O esto remitiría a que no hay un marcado?
Pero si no es obligado. ¿Por qué no sucede eso en otras culturas? Porque los pueblos como los indios del Sur viven igual hace ocho mil años. Los ves con el short Adidas, pero siguen prendiendo el fuego con la ramita.
Intervención: ¿Qué es lo que le critican los estudiosos a Lacan en su visión del Holocausto? ¿A partir de una ofensa o partir de otra cuestión?
No lo tengo presente pero hay argumentos. Es en función de los argumentos. Porque en realidad es como trabaja Freud, Freud también trabaja con el retorno, de tres mil años, cuatro mil años, de períodos históricos enteros. ¿Entienden que Lacan está proponiendo un retorno, si ustedes quieren, a antes del cuadro de Caravaggio? Con lo que quiere combatir. Por otra parte, ustedes habrán visto, que siempre se trata de quemar. Vieron que lo hicieron los alemanes, lo polacos con un montón de judíos. O sea, era donde el judío estaba integrado a una comunidad. No es ir a buscar gente con tres pitos e ir a matarla. "¿Vos conocés a alguno?", "Y no, pero vamos a buscarlo y lo matamos." No es ir a buscar lo insólitamente desconocido, es al vecino.
Intervención: La Inquisición hizo lo mismo antes.
Claro, pero a nadie se le ocurrió agarrar millones y quemarlos. A nadie se le ocurrió la solución final.
Intervención: ¿Cómo que no? ¡En España!
Pero echarlos. Querida mía, hay un petit différence. Mirá si a los judíos presos por los nazis les hubiesen ofrecido irse a Estados Unidos o quedarse en el horno. Uno por uno, como un juicio, pero eran todos juicios "truchos", como los de Menem.
Es muy notable porque Stalin mató a veinte, veinticinco millones de campesinos rusos. Están ahí con 80º bajo cero, no hay alambre de púa ni dos soldados pero se te congela todo y no podés salir igual. Tenés que hacer trescientos kilómetros con 80º bajo cero, es igual. Es una época concentracionaria, es muy notable.
Lo que Lacan propone es que los psicoanalistas salgan, que vayan a hablar con el lingüista, pero hasta Lacan no hacía eso. ¿Cómo se llama ese que estuvo en el campo de concentración, el psicoanalista ese que después se suicidó? Bruno Bettelheim. Lo que hacía un psicoanalista como Bruno Bettelheim, esos previos a Lacan, era interpretar todo: la segunda guerra mundial, una película, etc. Adentro, como si fuese El Golem, adentro de la sociedad chiquitita de psicoanalistas se interpretaba todo pero no se dialectizaba con nadie.
El problema es qué lugar se le va a dar al padre. Mirá, yo di una pequeña conferencia esta semana en el Ameghino, en el servicio de Infanto-juvenil turno mañana. Trabajé lo que Lacan introduce como el concepto de sujeto, que en Freud no está. Y propuse trabajar mínimamente las diferencias que implicaba, homologando aparato psíquico (Freud) a sujeto del inconsciente (Lacan). Aprovechando que aparato psíquico es el lugar más neto donde Freud plantea una división y el sujeto dividido de Lacan. Propuse qué se perdía y qué se ganaba en cada sistema. Plantee que el aparato psíquico de Freud es intrapsíquico e individual y que sus fuentes energéticas son el cuerpo. Mientras que, en Lacan, es intersubjetivo y el deseo depende de las faltas de la demanda del Otro. Con lo cual, es para todos pero es particular. Todos tenemos un deseo, pero no es acostarse con la madre, cada uno tiene que ser particular. Con lo cual, falta la sublimación. El esquema es ese... Uno se levanta, siempre lo mismo, y dice: "Sin embargo, Freud dijo algo de eso. Porque dijo que el superyó es heredero del complejo de Edipo". Siempre, hace diez años que me pasa que cada vez que digo eso uno dice que Freud lo dijo. ¿Quién va a discutir diciendo "Newton lo dijo"? ¿Quién? ¿Para qué? Hay un escrito que Newton dejó al lado del inodoro y dice una palabra del átomo, ¿para qué? ¿Para qué serviría? Es el mismo problema que tenemos con Freud en una posición de padre. Y a partir de que se murió, como él dejó los siete anillos, peor. Por ejemplo, ¿qué sucede? Que nunca vamos a aceptar los Nombres del Padre, que siempre vamos a seguir trabajando con el Edipo. O sea, no estoy discutiendo tanto el sistema de relaciones Simbólico, Imaginario y Real, sino el límite que va a hacer morir al psicoanálisis y es que siga siempre estando en torno a lo que Freud dijo. De ser así, el problema que tenemos no es Simbólico, Imaginario y Real sino que va a ser una religión y a Lacan lo echan porque es un hereje de la religión, algo pasó. El problema no es Simbólico, Imaginario y Real desde nuestra cultura y si el psicoanálisis es ciencia o no, sino fundamentalmente qué lugar le vamos a dar a Freud. Freud se dio un lugar, en el futuro del psicoanálisis, un lugar típico de la religión de judíos: tengan fe en mí, no los voy a defraudar. Y, para colmo, se duplica al morir Freud, porque se idealiza más.
Es ese el problema que estamos discutiendo. Es el vínculo al saber... En realidad no sé por qué decís o a, porque se trataría más de . Pero ese ¿cómo lo vamos a tomar respecto de la persona que encarna el lugar del Otro? Le vamos a dar el lugar sí o no del padre idealizado y muerto será más idealizado... Porque lo que está en juego es el fin de análisis por el lugar que tiene tu analista para vos. Porque los análisis de la I.P.A. duraban veinte o treinta años, es verdad, no se puede creer. Yo ahora voy a empezar mi tercero y me va a llevar otros años más... ¿a quién le molesta? Treinta años. Como los obsesivos cuando se masturban en el baño: "Si yo no molesto a nadie. Voy al analista". Los análisis de la I.P.A. terminan, pero el analista no cae nunca, nunca es el resto de la operación porque a padre muerto, padre idealizado. En la ciencia no requieren de esa función, no requieren de la función del padre, en psicoanálisis sí. Y ese es uno de los grandes problemas que tenemos que revisar. Es por eso que Lacan dice que en lo Simbólico, lo Imaginario y lo Real de la sociedad de analistas, siempre, de alguna manera, está el Edipo. ¿Y por qué se rechaza la teoría de Lacan de los Nombres del Padre? Se la dice por todas partes, pero se la rechaza porque seguimos sosteniendo al Edipo de Freud. Dos motivos: porque Freud lo dijo y porque la teoría del Edipo es perfectamente amable por el psicoanalista porque sostiene un padre idealizado. Edipo nunca criticó al padre. En los Nombres del Padre es requerido como maniobra que salgamos de tenerle fe a Freud y que Freud ocupe un lugar de único.
En referencia a la horda primitiva, tenemos que evitar que Freud quede en la cima y abajo todos nosotros:
Y esta marca, así organizada, es de nuestra cultura, esto también es judeo-cristiano. Somos todos hermanos en Cristo, Freud dice como hermanos de Cristo.
Notas
1 Jacques Lacan, "Proposición del 9 de Octubre de 1967". En: Ornicar? No. 1, página 27.
10 de Octubre de 2003