Seminario
Transferencia y Resistencia
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Organizado por : PsicoMundo
Dictado por : Lic. Mario Elkin Ramírez
Clase 3
Primeras
definiciones de la resistencia
al análisis y de la transferencia
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La transferencia: falsa conexión
En Las psiconeurosis de defensa (1894) Freud continua utilizando el concepto de transferencia en el sentido de desplazamiento, dice por ejemplo que la facultad de conversión es el factor característico de la histeria y ésta consiste:
en la transferencia a la inervación somática, de grandes magnitudes de inervación....pero cuando no existe la aptitud para la conversión, y no obstante es emprendido el rechazo de una representación intolerable, sucede la separación de la misma de su afecto concomitante, este afecto tiene que permanecer existiendo en lo psíquico. La representación así debilitada queda apartada de toda asociación en la conciencia, [grupo psíquico separado] pero su afecto devenido libre se adhiere a otras representaciones no intolerables en sí, a las que este "falso enlace"" convierte en representaciones obsesivas. Falso enlace sobre la persona del médico por ejemplo.
El afecto es también susceptible de falso enlace, esta definición aporta, de entrada, la condición económica de la transferencia : se trata de afectos enlazados falsamente a representaciones "tolerables" y transferidas sobre la persona del analista ; Pero, como se verá, la transferencia es algo más que los afectos dirigidos al analista. Esta concepción se enmarca en la referencia a la masa ideacional, de la que se había hablado antes, que contiene una cualidad dominante, la moralidad por ejemplo ; cuando una representación es inconciliable con la característica dominante es rechazada para formar un grupo psíquico separado, lo que después se llamará el inconsciente ; pero, el afecto que es desligado de esta representación es transferido sobre la persona del analista.
Una tentativa de distinción entre defensa y resistencia se encuentra en el Proyecto de psicología para neurólogos. Allí dice que existe una defensa primaria, que consiste en la inversión de la corriente cogitativa, apenas tropieza con una neurona cuya catexia desencadena displacer. Se Puede traducir diciendo que hay una defensa primaria del aparato psíquico contra el displacer, y ella consiste en la inversión, el desvío de la corriente cogitativa, esto es, del pensar, cuando dicho pensar tropieza con una representación, o significante susceptible de desencadenar displacer.
Mientras que la resistencia, es un mecanismo de la defensa primaria, que se eleva contra toda elaboración cogitativa de un significante reprimido, cuando al mismo se hallan ligados afectos displacenteros.
En el mismo texto, falsa conexión es una expresión con la que Freud designa la formación de síntomas por medio de la falsa conexión entre el afecto y la representación ; es una idea en la que es susceptible ya leer sin forzar el texto, que la transferencia participa de la misma elaboración que síntoma, o que la transferencia es un síntoma, Freud dirá más adelante incluso, una neurosis.
Esta falsa conexión se describe en el contexto de la Protom Pseudos es decir la primera mentira, el primer error ; en ese sentido la transferencia es un error o una mentira, apriori, ya que en rigor protom pseudos, quiere decir falsa premisa, de la cual se esperaría en lógica que arrojara solo falsas conclusiones, pero de la que Freud inventa una tabla de verdad diferente, donde partiendo de la transferencia como una falsa premisa se pueda conducir al sujeto a conclusiones verdaderas, aquí, la metonimia transforma la relación transferencial en un error sobre la persona que está en la base.
Esta mima acepción se encuentra con Los Recuerdos Encubridores (1899). Dice Freud que en la constitución de los recuerdos encubridores, participan:
dos fuerzas psíquicas, una de las cuales se basa en la importancia del suceso para querer recordarlo, mientras que la otra -una resistencia- se opone a tal propósito. Estas dos fuerzas opuestas no se destruyen, ni llega tampoco a suceder que uno de los motivos venza al otro... sino que se origina un efecto de transacción, ella consiste aquí en que la imagen mnémica no es suministrada por el suceso de referencia -en este punto vence la resistencia- pero sí, en cambio, por un elemento psíquico íntimamente enlazado a él por asociación, circunstancia en la que se muestra de nuevo el poderío del primer principio...Pero como los elementos importantes de la impresión son precisamente los que han despertado la resistencia, no pueden entrar a formar parte del recuerdo substitutivo, el cual presentará así un aspecto mínimo.
Este implica los recuerdos encubridores, que se sabe están en la base de la construcción de la historia, en el sentido en que se ha querido especificar como trabajo del análisis ; en este sentido, se tiene que reconocer la resistencia en obra contra el trabajo de la elaboración de la historia del sujeto, en la medida en que se opone a la emergencia de los recuerdos ; además de reconocer su obra en los recuerdos encubridores mismos, en la medida en que estos son una formación de compromiso entre la resistencia y el deseo de recordar.
Este pasaje no define la resistencia definitivamente como un fenómeno transferencial, sino como un mecanismo partícipe del proceso de la formación de recuerdos encubridores : una fuerza opuesta al querer recordar, que por su acción tiene como resultante, un recuerdo desprovisto de la importancia que tendría en principio para ser recordado, es otra acepción de las verdades, comparadas con princesas vestidas de mendigas a las que Freud aludía en los Estudios sobre la histeria, aquí la resistencia está más del lado del olvido y al mecanismo de la producción de recuerdos encubridores y se muestra menos ligada a la transferencia; en ese sentido la resistencia está más ligada a la represión o a la defensa primaria como nombre originario de la represión.
Lacan recoge este sentido de la resistencia, hablando de la rememoración de la historia como único sentido posible al término de recuerdo encubridor Deckerinnerung, en este orden de ideas, la así llamada resistencia tendría igual papel que el concedido a la resistencia del discurso, a toda la tentativa del sujeto de reconstrucción de su historia en un análisis. Pero, añade Lacan, que el recuerdo encubridor no es solo una visión instantánea, sino que hace parte fundamental de la fenomenología y la conceptualización freudiana, es él mismo el recuerdo encubridor: una interrupción de la historia, un momento donde se detiene y se fija , y donde del mismo golpe, indica la continuación de su movimiento más allá del velo. El recuerdo encubridor esta ligado a la historia por toda una cadena, es un detención en la cadena [ en ese punto es resistencia del discurso] y es en esto que es metonímico, que la historia, de su naturaleza, se continúa.
Lo interesante es que en esta referencia reflexiona esta detención, no en términos de resistencia, sino de lo que llama una representación imaginaria. Es decir una imagen que detiene el transcurrir de lo simbólico. Al respecto dice:
deteniéndose aquí, la cadena indica su continuación en adelante velada, su continuación ausente, a saber la represión de la cual se trata, como lo dice netamente Freud, hablamos de una represión sólo en tanto que hay cadena simbólica. Si podemos designar como el punto de una represión un fenómeno que puede pasar por imaginario... es que la imagen (del fetiche) no es más que el punto límite de la historia en tanto que se continúa, y al momento a partir del cual se interrumpe. En el signo, de un punto de represión.
Resistencia como punto de detención, de límite, lleva de nuevo a la consideración de la resistencia como encuentro de lo real, pero cuando se implica la imagen es aún un velo, a la manera de la Prägung que se designaba más arriba.
La resistencia no es la censura
En la Traumdeuctung se encuentra una acepción más precisa de la resistencia, concretamente en el capítulo sobre la deformación onírica. Freud define la resistencia como una negativa a aceptar la interpretación de un sueño. A partir del hecho que esa interpretación devela una historia desagradable, cuya percatación el sueño oculta para evitarla, o tratando el sueño de desatinado.
En este pasaje se refiere a un sueño de Freud mismo, y en ese sentido, "excluye" la dimensión transferencial ; no es resistencia al otro, a algo del otro, para referirse a una oposición del propio sujeto a aceptar lo desagradable, contra lo que el sujeto se rebela, y que implica el reconocimiento de una interpretación de un sueño como develamiento de una verdad. El que esto suceda "fuera de transferencia" es algo a matizar pues es conocida la correspondencia con Fliess, con quien Freud tuvo una particular relación, y que por el contenido tan personal de su correspondencia, hizo que viniera a convertirse en una especie de alter- ego que permitió a Freud, por su escucha avanzar en lo que después se llamó su "autoanálisis" ; esto ya dice que, con todo, esa resistencia tiene aún en este caso una dimensión transferencial.
La resistencia a la interpretación es una acepción que permanecerá y sobre la que se volverá en tanto se convierte en un punto de dificultad técnica y de reflexión. Es así que en otro pasaje declara que en la aprehensión del sentido de ciertos sueños tropezó siempre su interpretación con resistencias intensísimas.
¿Es que el analista, en esta perspectiva, debe esperar la aceptación por parte del paciente de las interpretaciones que él propone? ¿Y si no las acepta es porque el paciente se resiste? es el problema con que abre su escrito : Construcciones en el análisis de 1938, por ahora se puede dejar abierta la pregunta.
La resistencia es definida como algo a vencer, en tanto invita enérgicamente a desechar el contenido de la interpretación, aplazándola, apartándola del pensamiento, esto es, reprimiendo de nuevo con el pretexto de su incoherencia lógica, ya se ha dicho que resistencia y represión son en algunos pasajes tratados como un mismo concepto. Pero, se establece también una oposición entre resistencia e interpretación.
Mas adelante, Freud trata específicamente la resistencia como un juicio condenatorio cuyo valor no es de conocimiento, sino que se trata de una manifestación afectiva. Decir : juicio condenatorio, aporta una nueva pista, la relación de la que se tratará más adelante entre resistencia y denegación. Pero, lo interesante es que aquí ese juicio condenatorio proviene de la represión según lo subraya, en itálicas, Freud mismo.
Ahora bien, por tratarse de su valor afectivo, esto implica que la resistencia obedece a una razón más del orden del goce que del orden significante. Lo que impone una nueva precisión, a saber, la diferencia entre resistencia y censura la cual es también una manera de oposición a la aceptación de lo inconsciente desagradable.
En esta serie que aparecen los llamados por Freud sueños negativos de deseos. Gegenwunschtraeume. Se trata de sueños: muy frecuentes, que parecen contradecir directamente mi teoría, puesto que el contenido manifiesto se halla constituido por la negación de un deseo o por algo evidentemente indeseado. Allí, el deseo de que me equivoque es una de las fuerzas determinantes de estos sueños que aparecen siempre en el curso del tratamiento, cuando el enfermo entra en estado de resistencia contra mi.
La ilustración formidable de esta afirmación esta en el sueño de la Bella carnicera, esta comienza el relato de su sueño diciéndole a Freud: Dice usted que todo sueño es un deseo cumplido, pues bien; le voy a referir uno que es todo lo contrario. En él se me niega precisamente un deseo. ¿Cómo armoniza usted esto con su teoría?
Es un buen ejemplo de un sueño negativo de deseo, en el análisis se revela por supuesto que tenía el deseo de tener un deseo insatisfecho, pero la introducción a su relato es netamente transferencial, hecho para refutar a Freud. Sin embargo Freud reconoce que la resistencia ya es transferencia, es así que puede afirmar que: al ponerle al corriente [al sujeto] de mi teoría de la realización de deseos puedo también tener la seguridad de provocar en él sueños de este género.
Es decir que el analista puede provocar sueños en el analizante, hacerse tema, movilizar en el paciente el deseo de que este se equivoque, lo cual se liga con la intensión de confirmar o cuestionar el Supuesto Sujeto Saber.
La resistencia aquí aparece como realizando el deseo de contradicción al analista, es decir, dentro de la transferencia ; es así, que Freud añade en una nota de pie de página que varios de sus oyentes le habrían comunicado en los últimos años, sueños negativos que constituyen su reacción a su primer contacto con su teoría.
Mientras tanto, la transferencia designa un mecanismo de sustitución de los sueños infantiles: en la memoria del adulto no queda ya nada de los antiguos sucesos infantiles, pues han sido sustituidos por "transferencias y por sueños" .
Es algo que por el carácter de sustitución le da a la transferencia el título de una formación de inconsciente, una sustitución que se traduciría con Lacan como una metáfora. Es por esta sustitución que después se encontrará en Lacan la fórmula de la transferencia como una escritura metafórica. Aquí se verifica como poco a poco la transferencia se diferencia del desplazamiento como mecanismo que tiene por objeto el afecto o el sentido de una representación; Mientras que, la transferencia, es el desplazamiento de una relación afectiva constituida sobre un objeto nuevo. La transferencia es entonces la metáfora de una relación anterior; no es pues una metonimia que trata específicamente de relaciones afectivas que se transfieren sobre las personas nuevas, es una idea que acompaña por ejemplo el concepto de imago, pero referida cada vez mas al tratamiento analítico.
La imago da cuenta de estructuras simbólicas o imaginarias en las que quedan fijadas de modo indestructible la forma y el tono afectivo de las relaciones del sujeto, dichas estructuras se constituyen esencialmente en el periodo edípico; Así, las posteriores relaciones del sujeto son seleccionadas a partir de estas imagos, dando lugar a series psíquicas de sustitutivos, en este sentido, la transferencia sería de imagos sobre la persona del analista, lo que de paso plantea una pregunta : si el sujeto no hace mas que repetir las relaciones preestablecidas en estas imagos, ¿ esto explica la dimensión de repetición que parecería establecerse en la transferencia? ¿ Se trata entonces de imagos puestas en escena en el tratamiento analítico ?.
Es así que Freud dice por ejemplo: la primera parte de este sueño constituye un enlace del mismo con el tratamiento psicoanalítico y la transferencia sobre mi .
Es decir la implicación del analista a través de un falso enlace en una solución ya establecida y que es transferida sobre él. Sin embargo, no es una definición conclusiva ya que sigue empleando el término ambiguamente, dice por ejemplo:
transferencia de abajo hacia arriba puesta al servicio de la represión sexual y mediante la cual pueden llegar a realizarse en la histeria localizándose en partes del cuerpo exentas de toda objeción sensaciones e intensiones que debían desarrollarse en los genitales y se desarrollan por ejemplo en la boca estímulo dental, un caso de esta transferencia se nos ofrece cuando dentro del simbolismo del pensamiento inconsciente, quedan sustituidos los genitales por el rostro. Los usos del lenguaje contribuyen a ello las palabras aplicables a dos diferentes partes del cuerpo (los carrillos, los labios).
Aún en el capítulo sobre la elaboración del sueño, se refiere la deformación onírica a la censura que una instancia psíquica ejerce contra otra en la vida mental, censura que se aplica a través del desplazamiento y la condensación, pero indica como condición segunda, para que un elemento inconsciente pase al contenido manifiesto además de estar desplazado, condenado, deformado, el que esté: libre de la censura de la resistencia, como si la resistencia fuera una instancia que censurara, o talvés, el empuje de la censura.
Es una observación que impone una nueva distinción, la de censura y resistencia. Precisión necesaria en tanto ya en los Estudios sobre la histeria había aparecido la ambigüedad. Pero antes de establecerla, se pueden señalar dos acepciones mas del término resistencia.
Freud describe, por ejemplo, la conducta de : un tipo de enfermos cuyo tratamiento resulta dificilísimo, pues, no ofreciendo al principio resistencia alguna en análisis, se hacen luego, en cierto estudio de la misma, completamente inasequibles. El sentido de la resistencia como señal de que el sujeto en su relato se aproxima al núcleo patógeno se conserva, dice por ejemplo: que la insinceridad de la sujeto nos muestra que es en este punto en el que la resistencia era mayor, correlativamente a una mayor transparencia del simbolismo y a una máxima intensidad de la lucha que en torno a este tema [fálico] se desarrolla entre libido y represión.
La paciente no había comunicado la asociación correspondiente a un complejo de ideas sexuales carnal sino color, y sin embargo esa idea la condujo de nuevo al núcleo. La resistencia aparece en relación de nuevo con la ocultación de la verdad y al servicio de la represión o del olvido tal como en los Recuerdos encubridores ; Resistencia y olvido son nociones que se verán después cada vez más íntimamente ligadas.
En otro contexto dice que cuando hay una: mayor deformación onírica se nos revela que las ideas latentes han tenido que vencer una resistencia intrapsíquica especialmente intensa.
Lo que precisa que la resistencia no es una instancia, sino un ejercicio intrapsíquico entre las instancias; al que corresponde una intensidad mayor de oposición, mientras más intensa sea el empuje libidinal correspondiente a las representaciones que se dirigen a la consciencia. De aquí se deduce una definición de la resistencia más dinámica que tópica. Vencer una resistencia intrapsíquica. Freud define aquí la resistencia de manera negativa, como la oposición que debe enfrentar un significante sexual o agresivo en su aspiración a la conciencia mediante el sueño. Se presenta entonces, tanto en el discurso como en el aparato psíquico y en el ámbito de la transferencia.
En este último sentido se encuentra una referencia que describe uno de los deseos que motivan el sueño y que se enlaza a la transferencia ; Se trata de sueños donde hay relaciones con la persona del analista o con los familiares de éste, cuando el analizante los toma como tema del sueño. Otro caso está dado cuando el sujeto al despertar de un sueño piensa algo equivalente a: esto tengo que contárselo al Doctor , Freud constata que cuando se trata de personas sometidas al tratamiento analítico hacen que esta advertencia o propósito al igual que el sueño mismo, sean olvidados en virtud de una intensa resistencia, contra la confesión de los mismos. Es el caso cuando el sujeto se ha propuesto ocultarle algo al analista, por ejemplo que ha iniciado una relación amorosa durante el tratamiento.
Después, aparece el término censura de la resistencia, en la serie de la condensación, la representabilidad y la elaboración secundaria como parte del trabajo de elaboración del contenido manifiesto del sueño sin mas desarrollo. Es el punto, entonces, donde se impone la diferencia entre la censura y la resistencia, siguiendo el cap. XI del Seminario II de Jacques Lacan.
Ante una objeción de Valabrega quien en la lectura del la Traumdeuctung, había señalado justamente la expresión resistencia de la censura, encontraba que Freud ligaba entonces de modo dinámico la resistencia al disfraz del sueño.
A este respecto Lacan le responde que justamente porque dice resistencia de la censura, esta es la prueba de que no son iguales, ya que cuando dos palabras son equivalentes como la palabra color y la palabra color, no se dice un color de color, en este sentido, coloca la censura al mismo nivel de la transferencia, para decir que hay una resistencia de la censura, como hay una resistencia de la transferencia. Se trata aquí de la censura y de la transferencia en tanto ambas se oponen al trabajo analítico. Para luego establecer la diferencia entre la censura propiamente dicha y la resistencia de censura. Definiendo entonces la resistencia como todo lo que se opone en general al trabajo analítico, y en esta medida la censura será una especial calificación de esta resistencia: Widerstand.
¿En qué consiste esta resistencia de la censura? Lacan había designado la degradación u olvido del texto del sueño como ligada a la censura ; dicha censura es una intención de la que Freud estaba avisado, pues, en ese olvido y degradación continúa viendo un plus de sentido : Cuando el fenómeno del olvido interviene esto me interesa más. Encuentro allí una parte del mensaje. Esos fenómenos negativos, los añado a la lectura del sentido, les reconozco también la función de mensaje.
Lo que le interesa es que el mensaje como tal, es el mensaje como discurso interrumpido y que insiste. Mientras que el mayor deseo del sueño es hacer pasar un mensaje, entonces ¿que es lo que hace que el mensaje sea un discurso interrumpido? justamente la resistencia, cuando el olvido aparece por obra de la censura. No obstante, en esa especial calificación de la resistencia, el olvido hace parte del texto mismo, tal como la duda, la que en esta perspectiva - dice Lacan - es un énfasis....[en ese sentido,] hay que interpretar el fenómeno de la duda como parte del mensaje, lo que conduce a pensar que la resistencia como censura del mensaje hace parte del mismo, y talvés en el mismo sentido de énfasis, de fenómeno negativo que llama la atención.
Este comentario se refiere a una frase de Freud que dice: no sería disparatado imaginar que alguien dijese: No estoy seguro de si esto o aquello estaba contenido en el sueño, pero se me ocurre lo siguiente. Nunca se dice eso, y precisamente este efecto de la duda, perturbador del análisis, permite desenmascararla como un retoño y como un instrumento de la resistencia psíquica.
La Widerstand al trabajo analítico
Pero, si la censura se sitúa al nivel de la transferencia, no se sitúa al mismo nivel de la resistencia propiamente dicha. La censura - dice Lacan - hace parte del carácter interrumpido del discurso. Mientras que dice que en sentido propio, la resistencia del sujeto está ligada al registro del yo, este es un sentido ya diferente del de defensa, sino, sería incoherente, pero mas adelante se aclara.
La frase de Freud prosigue: El psicoanálisis es desconfiado, y con razón. Una de sus reglas reza: "Was immer die Fortsetzung der Arbeit stort ist ein Widerstand", "Todo lo que perturba la prosecución del trabajo [analítico] es una resistencia".
En esta frase Freud instituye la resistencia: como una, porque designa todo lo que detiene el trabajo analítico, sea aquello psicológico o no, que venga de la realidad o el azar. La censura no tiene nada que hacer con la resistencia, ni en un primer sentido [psicológico], ni el segundo.
Es así como liga censura y superyo, hablando del discurso interrumpido, muestra que: una de esas formas más interesantes del discurso interrumpido - y es aquí que relaciona censura y superyo - es la ley en tanto que incomprendida, y es que la censura tiene siempre relación con lo que , en el discurso se refiere a la ley en tanto que incomprendida.
Lacan ilustra este pasaje con un ejemplo: la prohibición de decir que el rey de Inglaterra es un güevón, (un boludo) : Le roi dInglaterre est un con!, puede ser leída por una mujer de modo singular. Se trata de un cuento de Raymond Quenau, llamado On est toujours trop bon avec les femmes. Esta mujer que es una empleada de una agencia de correos, durante una toma de la oficina central de correos de Dublín, por un grupo de la resistencia Irlandesa; ella se queda encerrada en los baños; es un relato un tanto pornográfico pero exquisito en su estilo, y bien, esta mujer luego de que es descubierta e interrogada, declara ser agnóstica, lo que sus captores entienden como que no cree en Dios, y sin embargo, esta pequeña Inglesa dice !Dios salve el Rey! pero ellos le señalan que como es posible que ella diga esto si no cree en ningún Dios, además que ella debe darse cuenta que el rey de Inglaterra por ella venerado, finalmente parece una morcilla, une andouille, lo que equivale también a decir que es un idiota ; le muestran la fotografía del rey, y ella tiene que aceptarlo, además, le dicen que es sabido que este rey se entrega al vicio solitario, de lo cual se concluye que, en efecto, es un güevón, y ella entonces siguiendo esta argumentación, interpreta la prohibición así: Si el rey de Inglaterra es un guevón, entonces todo está permitido, y desde entonces, ya ella no se niega nada, se acuesta con sus secuestradores, cada uno de ellos es preso de la división subjetiva entre sus ideales heroicos y la bajeza de sus pasiones, que los lleva, uno a uno, a dejarse seducir por ella, y finalmente a ser fusilados, y ella quien nada se negaba, sale inerme y digna.
Lacan señala que como toda ley primordial, esta prohibición, la de decir que el rey de Inglaterra es un güevón, comporta la pena de muerte, de esto resulta que lo que: en un discurso coherente con la realidad de que el rey de Inglaterra es un güevón, es puesto en suspenso [es decir discurso interrumpido]. El sujeto es tomado por la necesidad de deber eliminar, extraer del discurso todo lo que esta en relación con lo que la ley prohibe. Al nivel de la realidad, nadie comprenderá por qué le cortarían la cabeza si dice esa verdad, nadie aprehende donde se sitúa el hecho mismo de la interdicción.
En un sueño esa verdad se produciría por efecto de la censura, cuando un sujeto sueña por ejemplo que le cortaron la cabeza. De este modo expresa por alusión : aquello que es difícilmente expresable. Y bien: el hecho que la cabeza cortada quiera decir que el rey de Inglaterra sea un güevón, eso es la censura. Es la ley en tanto que incomprendida. La censura, es eso, en tanto que en Freud esta en el origen, eso se para al nivel del sueño. Y el superyo también es eso..... Censura y superyo son entonces a situar en el mismo registro que el de la ley"
Registro llamado por Lacan : Discurso concreto, en tanto da al hombre su mundo propio, cultural, y es en esa dimensión que se sitúa - dice Lacan - lo que es la censura. Es en este punto que se distingue de la resistencia ya que la censura no está a nivel del sujeto, ni del individuo, sino a nivel del discurso, y aquí se comprende también su relación con la resistencia que se ha llamado resistencia del discurso, es en esta perspectiva que la censura será una modalidad de la resistencia del discurso.
La censura está entonces: a nivel del discurso, en tanto que, como tal, él forma por sí mismo, todo un universo completo, y que al mismo tiempo tiene algo de irreductiblemente discordante, en todas sus partes. Eso es la censura que Freud no confunde con la Widerstand.
De otra parte, las oscilaciones de la libido del yo permiten rodear, atravesar o filtrar las resistencias, las resistencias ligadas al yo; que según recuerda Lacan no son sino una pequeña parte de la resistencia. Y es también gracias a esas oscilaciones de la libido que pueden encontrarse modificadas las condiciones en las que se produce la continuación del discurso.
Cuando se haga intervenir las oscilaciones de la libido como fenómeno concerniente a la transferencia, talvés se pueda dilucidar como ésta conduce de nuevo el sujeto al discurso, sorteando la interrupción que le impone la resistencia.
En el Seminario II Lacan se plantea la pregunta : ¿A qué corresponde la resistencia en el tratamiento analítico?. Su respuesta hace una diferencia entre inercia y resistencia. La inercia tiene por propiedad el de no tener ninguna resistencia : La resistencia en el sentido de Widerstand, como obstáculo, obstáculo a un esfuerzo, no hay que buscarla por fuera de nosotros mismos. Quien aplique la fuerza provoca la resistencia. Al nivel de la inercia, no hay ninguna resistencia. La dimensión de todo lo que se amarra a la transferencia es de otro registro - es del orden de una insistencia.
Si la resistencia no está del lado de la inercia habrá que buscarla del lado de la insistencia, que es la manera como Lacan traduce la Compulsión a la repetición, lo que es de gran interés porque, en corto circuito, coloca en la pista de la compulsión a la repetición como tiempo de la pulsión de muerte, y ésta como lo real ; luego entonces, hace de la resistencia la representante de toda esta dimensión : La resistencia en el sujeto y en el discurso del mismo, representará la muerte, lo real, lo que insiste como silencio, límite, interrupción, corte.
Decir que quien aplique la fuerza produce la resistencia está en la línea de la diferencia que se intenta establecer entre la sugestión y la transferencia, donde la resistencia aparecía en un sentido positivo como lo que se opone a la sugestión.
Como Widerstand está al interior del sujeto mismo, es allí que habrá que buscarla. La resistencia surge como obstáculo, y esto querrá decir, de un lado, que se está aplicando una fuerza, lo que reenvía al analista a revisar en que punto su práctica estaría eventualmente derivando hacia la sugestión, es decir, si se está apartando de la dirección de la cura consistente en dejar asociar libremente. De otro lado, habrá que seguir la orientación de Lacan frente a lo que designa la insistencia, el de la compulsión a la repetición, que es el orden en el que se amarra todo aquello que es del registro de la transferencia. Pero, para diferenciar igualmente transferencia y repetición.
En el capítulo VII de la Traumdeuctung, Freud se pronuncia entonces frente al hecho que el relato de un sueño este modificado por el recuerdo o la traducción; dichas modificaciones sospecha que están sometidas a una lógica.
Esta sospecha la verificaba mediante un artificio y era pedir al sujeto que repitiera el relato del sueño cuando este le había parecido poco comprensible.
Los pasajes en los que modifica la expresión revelan ser por este mismo hecho, los puntos débiles de la deformación de los sueños o sea aquellos que menos resistencia habrán de oponer a la penetración analítica. El sujeto advierte por mi ruego, que pienso esforzarme especialmente en la solución de aquel sueño y bajo la presión de la resistencia trata de proteger los puntos débiles de la deformación onírica, sustituyendo la expresión delatora por otra mas lejana.
Es interesante que sea al percibir el interés del analista, es decir un elemento del orden transferencial, que aparezca la resistencia, pero además, se ve aquí como la resistencia no es la censura, si bien la censura si es una variante de la resistencia. Porque mas adelante añade que: la duda de la exacta reproducción del sueño o de datos aislados del mismo es nuevamente una derivación de la causa de la resistencia que se opone al acceso de las ideas latentes a la consciencia, resistencia que no siempre queda agotada con los desplazamientos y sustituciones por ella provocados y recae entonces la duda, sobre aquello cuyo paso ha permitido.
La resistencia provoca la censura bajo la forma de desplazamiento y sustituciones, pero, no se agota en esta acción, sino que se ejerce de nuevo sobre el relato, esto es, sobre el discurso del sueño, que entonces cae bajo la duda. De nuevo se percibe la acción de la resistencia del discurso.
La censura no es la resistencia, escribía hace diez años : la primera impide la expresión directa de las ideas latentes en la consciencia, es decir, tiene la función de desfigurarlas; la resistencia en cambio se suscita en el campo intersubjetivo, es lo que recae como fuerza opuesta sobre el mensaje cancelado (dicho censurado), es lo que se opone o impide decir algo que de antemano no se dice como tal. En ese entonces se concluía así: se ha establecido una distinción entre la censura y la resistencia de acuerdo al estado de la teoría sobre estas nociones en esta época (1900), pero no se puede reducir aún aquí el concepto de resistencia a una operación de frenado sobre el discurso en el movimiento mismo de su devenir que se expresaría por el agotamiento de las asociaciones, cambios en los matices de la expresión verbal, silencio, etc. Es decir, en la medida en que esto constituye una interrupción del análisis, podría considerarse desde luego como una resistencia, pero la precisión pone en relieve que, en rigor, si esto sucede es porque una dificultad de inmensa fuerza se opone, haciendo más difícil comunicar lo que de antemano es un por-decir desfigurado, en la época creía que, sin embargo, esto podría llegar a enunciarse, desconocía lo real, mientras definía la resistencia como lo que se opone al levantamiento de la fijación de una representación inconsciente.
Respecto a la duda, Lacan, según se había señalado encontraba en ella un énfasis de lo dicho. Es una idea que amplia después, al observar que en este proceder, Freud es cartesiano cuando busca, no la verdad sino la certeza: Gewissheit.
Lacan dice: en la medida en que parte del fundamento del sujeto de la certeza. Para ello es necesario vencer la connotación que salpica el texto de la transcripción del sueño: el no estoy seguro, dudo...Freud hace hincapié en esto con todas sus fuerzas, la duda, entonces es el apoyo de la certeza. ...Porque es precisamente el indicio de que hay algo que preservar. y la duda, entonces, es signo de la resistencia ...Es cierto que la función que confiere a la duda sigue siendo ambigua, pues el algo que ha de preservarse puede pues ser también el algo que ha de mostrarse, porque de todas maneras, lo que se muestra lo hace sólo tras una Verkeleidung, un disfraz, y además postizo, que está mal puesto. Pero en cualquier caso insisto sobre el hecho de que hay un punto en el que ambas maneras de proceder, la de Descartes y la de Freud, se acercan y convergen.
Descartes dice: Estoy seguro, porque dudo, de que pienso y diría yo [Lacan] para atenerse a una fórmula no más prudente que la suya, pero que nos evita el debate sobre el yo pienso -por pensar soy...de una manera análoga, Freud, cuando duda - pues al fin y al cabo se trata de sus sueños y, al comienzo quien duda es él - está seguro por eso de que en ese lugar hay un pensamiento, que es inconsciente, lo cual quiere decir que se revela como ausente.
A este lugar convoca en cuanto trata con otros, el yo pienso en el cual va a revelar el sujeto. En suma está seguro de que el pensamiento ese está allí por sí solo con todo su yo soy, por así decir - por poco que alguien, y ese es el salto, piense en su lugar.
En muchos otros lugares Lacan acerca y distancia a Freud de Descartes, pero a partir del pasaje de la duda en la Interpretación de los sueños generaliza la duda como vía para encontrar la certidumbre, por considerarla, en general, efecto de la resistencia que oculta y a la vez revela aquello de lo que se trata, y que implica íntimamente el ser del sujeto, es su yo soy el que está en juego.
Es lo que - en el artículo citado - me hacía decir hace diez año que el psicoanálisis era un ejercicio de la sospecha.
De la a primera definición de la Widerstand propiamente dicha, Freud dice: Was immer die Vortsetzung der Arbeit stör ist ein Widerstand: Lacan critica la traducción francesa: "todo obstáculo a la interpretación proviene de la resistencia psíquica", y propone : Todo lo que destruye/ suspende/ altera/ interrumpe/ la continuidad del tratamiento es una resistencia.
¿Que quiere decir esta frase tan contundente? Esto conduce a preguntar si la lluvia, la falta de dinero, el olvido, o cualquier circunstancia que modifique el encuadre analítico constituye una resistencia. Con el Freud de 1900 se dirá sí ; él tiene incluso ejemplos extremos, como la guerra o la muerte del padre sin que éste lo haya matado, son circunstancias que en cuanto tales no pueden adjudicarse a la resistencia, circunstancias exteriores al sujeto, pero en cambio el aprovechamiento de éstas y el grado de perturbación que provocan sí es responsabilidad del sujeto. No obstante, Freud coloca una nota que muestra la amplitud con que se plantea la resistencia. Aunque creo que sería una eventualidad que alguien matara a su padre para no acudir a la sesión.
En la nota que Freud adjunta para paliar esta fórmula perentoria, dice que ésta es una regla técnica, de una advertencia. Ese es el valor de las reglas técnicas que da Freud, una advertencia para el analista y no una camisa de fuerza. Freud habla de cosas del orden de lo real como la muerte ; la resistencia guarda entonces nexos con lo real, aunque no es el hecho de la realidad como la guerra o la muerte, sino el aprovechamiento de esa oportunidad por parte del paciente para perturbar el proceso analítico.
Freud con la argumentación de si el sujeto es responsable o no de la resistencia que aparece luego de la muerte del padre, por ejemplo, hace intervenir hechos exteriores a la responsabilidad del sujeto, da una gran amplitud del sentido de resistencia: todo aquello que. Recuérdese que Freud acababa de abandonar la hipnosis y la sugestión. La resistencia era auténticamente reconocida como algo el sujeto que podía utilizar cualquier situación para oponerse a la prosecución del trabajo analítico. Decir todo aquello, es por lo que luego los post-freudianos que Lacan critica, se perdieron en el análisis de las resistencias, haciendo del análisis un proceso de demolición de las resistencias. Lacan al contrario, recomienda abstenerse de ese tipo de intervenciones.
Es tan amplia la noción de resistencia que Freud la reconoció en la interpretación de los sueños como censura de la resistencia, que interviene activamente en la producción de un sueño, como deformación ; también hablará de resistencia de la represión, lo cual es recuperable cuando Lacan dice que no hay nada que haga pensar entonces que la resistencia sea del yo.
La definición de la Widerstand como : Todo aquello que interrumpe el progreso de la labor analítica es una resistencia se decía que era una perentoria que según corrige en 1925 en una nota de pie de página, a título de una simple regla técnica de la que hay que estar advertido. Salvo acontecimientos cuya responsabilidad no puede cargarse a las intenciones del paciente y da dos ejemplos extremos la muerte del padre sin que él sea el asesino y el estallido de una guerra. Pero agrega que aún si la interrupción se debe a causas reales la magnitud de dicha interrupción si es de su responsabilidad, ya que la resistencia se revela inequívocamente en la prontitud con la que él acepta un suceso así y por el empleo exagerado que hace de él. Esta nota fue suprimida de la edición francesa.
Ya se ha estudiado más arriba, algunas consideraciones de Lacan respecto a esta definición, especialmente para diferenciar la resistencia de la censura, proviniendo la primera de causas externas o internas, como aquí se señala. Lacan comenta de nuevo esta cita en el Seminario II en especial la nota de Freud de 1925 :
Si el padre del paciente muere en el curso del análisis, dice él, y no se va a pensar que lo hace morir únicamente para interrumpir su análisis, eso es una resistencia - es una cuestión de definición. Esto también, vamos a interpretarlo en relación al hecho que favorece o no favorece el progreso del trabajo de interpretación, es decir el pasaje del mensaje. Confesemos que esta generalización del tema de la resistencia nos permite pensar que no se incluye en un proceso psicológico. La resistencia - dice Lacan - no toma su valor sino en relación al trabajo. El no es para nada visto bajo el ángulo de las propiedades psíquicas del sujeto.
Existe, claro está, la resistencia. Sabemos que hay frotes imaginarios o psicológicos, que hacen obstáculo o lo que Freud llama la inserción de pensamientos inconscientes. La nota esta en favor de lo que digo, que la resistencia no es considerada como interna al sujeto, sobre un plano psicológico, sino únicamente en relación al trabajo de la interpretación.
Esta es acepción del trabajo del análisis como interpretación está en coherencia con el primer sentido que se ha considerado en la Traumdeuctung, donde, justamente, la resistencia aparecía bajo la forma de oposición a aceptar la interpretación de su sueño.
La traducción francesa dice todo obstáculo a la interpretación proviene de la resistencia psíquica, mientras que en la frase original no dice explícitamente ni que la resistencia sea psíquica, ni que el trabajo analítico se reduzca a la interpretación. Pero se ve que aún en esta acepción Lacan saca provecho.
Retorna el planteamiento de la situación de la Widerstand, como un proceso psicológico o un fenómeno de discurso. En realidad, es algo que se resuelve reflexionando un poco. Es evidente que la censura es un proceso psicológico, y esta es una variante de la resistencia, pero, propiamente dicha se trata de un fenómeno en relación al trabajo del análisis, como interrupción del discurso. La proximidad está dada, talvés, en el punto en que el inconsciente se estructura como un lenguaje, entonces, en el inconsciente la resistencia se la ve como censura, en el lenguaje, en cambio, como duda o como interpretación. Parafraseando a Lacan se diría que, en este sentido, a nivel del inconsciente la censura estructurada como la resistencia del discurso.
Es en esta segunda vertiente el concepto de resistencia se consolidará cada vez más, inscribiendo su acción al trabajo analítico.
En el seminario I Lacan aporta algunas indicaciones respecto a la resistencia y las defensas que se desprenden de esta frase freudiana. Es una frase decisiva que denota la función de encuentro de fuerzas, además del siempre, Immer, da cuenta de un conflicto, pero con una connotación de algo catastrófico, una interrupción stort.
Lacan se pregunta: ¿de qué se trata en suma? se trata de la continuación del tratamiento, del trabajo. Para poner bien los puntos sobre las íes. Freud no dijo Behandlung, lo que podría significar la curación. No, se trata del trabajo Arbeit, que puede ser definido por su forma, como la asociación verbal determinada por la regla...fundamental de la asociación libre. Ahora bien, este trabajo , ya que estamos en el análisis de los sueños, es evidentemente la revelación del inconsciente.
El trabajo analítico que interrumpe la resistencia es el de la asociación libre. Resistencia es entonces todo lo que suspende, destruye, interrumpe, la continuidad de la asociación libre, siendo ésta la revelación del inconsciente. Entonces, todo lo que se oponga a la revelación del inconsciente es una resistencia, esta oposición puede venir tanto de parte del analizante, como del analista.
La resistencia puede ser del analista cuando, situando la relación a dos, ubica al sujeto en un terreno que le niega el acceso al inconsciente. En las entrevistas preliminares hay que movilizar frecuentemente al sujeto del conflicto actual, del discurso intermedio, como dice Lacan, para que surjan los sueños, los lapsus, los recuerdos encubridores, las manifestaciones del inconsciente, que la urgencia terapéutica o la ceguera del conflicto actual taponan.
La insistencia en el conflicto actual puede oponer el sujeto a la revelación de su inconsciente, o la demanda insatisfecha de una solución inmediata del mismo provocar la interrupción del análisis. Cuando una sujeto por ejemplo, no puede decidirse entre dos hombres y no quiere hablar más que de esa encrucijada, relata que estando con el uno piensa en el otro y viceversa, y que sufre por no poder decidirse; pero no dice sufrir de la duda, o de su división subjetiva, o de su indecisión que tiene raíces históricas en su constelación familiar, sino que dice sufrir porque oscila entre éste y aquel. Esa insistencia en el conflicto actual es una resistencia en tanto algo que se opone al trabajo de la asociación libre, a la revelación del inconsciente, pero no es una resistencia del yo, sino del inconsciente, del cual se decía con Lacan, tiene una cierta dimensión de inaccesible. Y hay que ingeniarse una maniobra para movilizar de allí al sujeto y hacerlo consciente de que el inconsciente existe, y que se trata de abrirlo, porque una vez se abre luego se obtura; por eso, en el instante de su apertura hay que aprehenderlo y quizá revele donde está la causa del sufrimiento del sujeto, por ejemplo en las contingencias de su relación de objeto.
A partir de una interpretación acertada el sujeto construye algo, y con eso accede a aquello que lo determina, o al menos intuye la existencia de un saber que él no sabe y no obstante lo determina. Del mismo modo, cuando es el analista quien vuelve la transferencia un conflicto actual donde hace participar su yo, eso es una resistencia porque se interpone a la revelación del inconsciente. Allí la resistencia es del analista.
Pero, ¿qué es la asociación libre? Cuando se infieren las leyes de constitución del discurso, que es con lo que termina este discurso, se encuentra que no es tan libre, que hay leyes del lenguaje que determinan que el sujeto hable en una diacronía y sincrónicamente, que emita algunos sentidos, pero que también, hay otra lógica, distinta de la formal, y que determina que un sujeto elija unos significantes y no otros para expresarse.
Hay también una determinación fantasmática, no sólo sus identificaciones simbólicas hacen que él elija unos significantes, sino que en esa selección incide otra forma de pensamiento, del proceso primario que permanentemente torpedea el discurso consciente del sujeto. El silencio, el titubeo, la duda, el lapsus.
También la Überträgung es un fenómeno de lenguaje
También es en la Traumdeuctung que aparece el concepto de transferencia como diferente del desplazamiento y referido a una concepción, si se quiere, lingüística. A propósito de los restos diurnos Freud dice:
La representación inconsciente es absolutamente incapaz, como tal, de llegar a lo preconsciente no censurable, a la que transfiere su intensidad y detrás de la cual se oculta. Este hecho, al que damos el nombre de TRANSFERENCIA [subrayado en itálicas en el texto de Freud] contiene la explicación de muchos singulares procesos de la vida onírica de los neuróticos. La transferencia puede dejar intacta la representación procedente de lo preconsciente, la cual, alcanza entonces una gran intensidad inmerecida o puede imponerle una modificación paralela al contenido de la representación inconsciente...si aceptamos para el fenómeno onírico esta necesidad de transferencia de las representaciones reprimidas, descubiertas en el análisis de las neurosis, hallaremos de una sola vez la solución de los enigmas, el de que todo análisis revele la intervención de una impresión reciente en la formación del sueño y el de que este elemento sea muchas veces de carácter trivialísimo e indiferente.
En relación a este pasaje Lacan hace algunas consideraciones, que se encuentra de interés transcribir. El se pregunta:
¿En qué momento aparece en la obra de Freud la palabra Übertragung, transferenecia? no es en los escritos técnicos, y a propósito de las relaciones reales, poco importa, imaginarias o aún simbólicas con el sujeto. No es a propósito de Dora, ni a propósito de todas las miserias que ella le hizo, ya que, supuestamente no supo decirle a tiempo que ella empezaba a sentir hacia él un tierno sentimiento. Es en el capítulo VII, Psicología del proceso del sueño, de la Traumdeuctung... ¿A qué llama Freud Übertragung? Es, dice, el fenómeno constituido por el hecho de que no existe traducción directa posible para un cierto deseo reprimido por el sujeto. Este deseo del sujeto está vedado a su modo de discurso, y no puede hacerse reconocer ¿Por qué? porque entre los elementos de la represión hay algo que participa de lo inefable. Hay relaciones esenciales que ningún discurso puede expresar suficientemente, solo puede hacerlo entre-líneas.
...¿Qué dice Freud en su primera definición de la Übertragung? Nos habla de los Tagesreste, de los restos diurnos, que están descargados, dice desde el punto de vista del deseo. En el sueño, son formas errantes que el sujeto considera poco importantes: han sido vaciados de su sentido. Son pues, un material insignificante. El material fonemático, jeroglífico, etc. está construido por formas destituidas de su sentido propio y retomadas en una nueva organización a través de la cual logra expresarse otro sentido. Freud llama Übertragung exactamente este proceso...
El deseo inconsciente, es decir, imposible de expresar, encuentra de todos modos un medio para expresarse en el alfabeto, la fonemática de los restos diurnos, descargados ellos mismos de deseo. Es éste pues un verdadero fenómeno de lenguaje como tal. Es esto a lo que Freud da el nombre - primera vez que lo emplea - de Übertragung.
Y más adelante observa que antes de percatarse de la existencia de la transferencia Freud la había designado. [antes, por no ser reconocida como tal funcionaba como obstáculo, luego de aislada se convierte en el motor del análisis] En efecto, continua Lacan, como ya les dije, en la traumdeuctung encontramos una definición de la Übertragung en función del doble nivel de la palabra. existen partes del discurso descargadas de significaciones que otra significación, la significación inconsciente, atrapa por detrás.
Lacan plantea esta acepción de la transferencia, en una relectura de la Interpretación de los sueños, en el contexto de lo que él llama el orden simbólico. En un capítulo anterior del Seminario I, La función creadora de la palabra ha advertido que la ignorancia de que una significación remite a otra, es quien empuja a los callejones sin salida del análisis. Demuestra que la búsqueda de la significación se hace a través del catálogo de la suma de sus empleos. Con esto es con lo que el analista se encuentra en el análisis.
Lacan ha dilucidado que la emergencia del símbolo crea, literalmente, un orden de ser nuevo en las relaciones entre los hombres. Sin posibilidad de salirse del orden simbólico, y por esto: si la emoción puede ser desplazada, investida, inhibida, si ella está comprometida en una dialéctica, es porque está capturada en el orden simbólico, a partir del cual los otros dos órdenes, imaginario y real, ocupan su puesto y se ordenan.
En consecuencia, se deduce que la transferencia también tiene que ordenarse, capturarse, desplazarse , ser inhibida, comprometerse en la dialéctica, pero, sólo en la medida en que sea capturada en el orden simbólico. El orden de las emociones, los sentimientos, la ambivalencia, surge porque también están capturados por ese orden simbólico.
Por el sólo escuchar, surge la transferencia
Ahora bien, como la palabra es esencialmente un medio de reconocimiento sólo es palabra en la medida en que alguien crea en ella. Esto es que el reconocimiento de esa palabra se coloca por completo del lado del oyente. Cuando la palabra quiere hacer creer algo y exige reconocimiento la palabra existe.
Pero, tanto la palabra actual, la del análisis, como la palabra antigua, por ejemplo la de los recuerdos encubridores, tienen su tiempo. La transferencia no es repetición, se sitúa en el concepto, que es el tiempo de la cosa. Lo que más adelante Lacan formula diciendo que la transferencia es el concepto del análisis, por cuanto la transferencia es el tiempo del análisis.
Pero, cuando la palabra reenvía a otra más profunda. Se encuentra el límite de lo inefable de la palabra, del cual se había hecho mención, y que radica: en el hecho de que la palabra crea la resonancia de todos los sentidos, remite al acto de la palabra...El valor de la palabra [es] el que hace que la palabra sea vacía o plena. En el análisis de la transferencia, se trata de saber en qué punto de su presencia la palabra es plena.
La transferencia, entonces : sólo puede ser comprendida en el plano simbólico . Todas las manifestaciones en donde la vemos aparecer, incluso en el dominio imaginario, se ordena en torno a este punto central.
En la transferencia - en el primer sentido freudiano- se trata fundamentalmente de la toma de posesión del discurso aparente por el discurso enmascarado, el discurso se apodera de esos elementos vaciados, disponibles que son los Tagesreste, y todo aquello que -en el orden del preconsciente - se vuelve disponible debido a que es menor su carga de esa necesidad fundamental del sujeto, que es hacerse reconocer. El discurso profundo, secreto, se expresa en ese vacío, en ese hueco, con lo que así se convierta en materiales.
Es a partir de allí que escuchamos a quien nos habla. Basta referirnos a nuestra definición - dice Lacan- del discurso inconsciente, que es el discurso del otro, para comprender cómo él confluye auténticamente con la intersubjetividad en esa realización plena de la palabra que es el diálogo.
El fenómeno fundamental de la relación de un discurso con otro que lo toma como soporte.
Estas consideraciones esclarecen los términos de transferencia y resistencia en varios sentidos : en primer lugar, que por algo inherente a la estructura del lenguaje, cuando éste se coloca en la intersubjetividad surge la transferencia al oyente, así sea como resistencia. Como si, por el sólo hecho de que alguien escuche a otro alguien, pero no de cualquier modo, surgiera la transferencia del que habla sobre el que escucha, por ejemplo bajo la forma de alusión, alusión que puede ser palabra, silencio u olvido. Por ello Lacan después hablará del poder discrecional del oyente; pues, en el análisis no se trata de una escucha cualquiera.
En este sentido, en el análisis se presenta una dimensión suplementaria esencial, ilustrada por ejemplo en los sueños, y es que el otro está ahí, Lacan observa que: los sueños se hacen más claros, más analizables a medida que avanza el análisis. Esto sucede porque el sueño se habla cada vez más al analista. Los mejores sueños que Freud nos presenta, los más ricos, los más bellos, los más complicados, son los que se producen en el transcurso de un análisis y que tienden a dirigirse al analista.
Un formidable ejemplo de esta situación es el sueño de una palabra, que ilustra bien cómo la resistencia se presenta por la punta transferencial, y con el que además Lacan quiere mostrar cómo la presencia del analista emerge en el momento de la resistencia. Es el punto en el que el sueño se engancha al auditor.
El sueño tiene un aspecto referido al oyente, al analista, que será tomado como motivo del sueño, para expresarle, por ejemplo, el escepticismo o la hostilidad del analizante. Es un sueño de transferencia, concierne un libro de Freud. Es evidente que la paciente había leído "El chiste y su relación con el inconsciente", y trae un sueño fragmentario que Freud cita así:
Una paciente escéptica tiene un sueño ...en el curso del cual le hablaban varias personas haciéndole grandes elogios de mi libro sobre el Chiste. Después en el mismo sueño, se hace mención de un CANAL, quizá de otro libro en el que se habla de un canal o de algo que tiene alguna relación con un canal...no puede decir más...sus recuerdos son muy confusos.
Freud ilustra con este simpático ejemplo lo que son los pensamientos latentes del sueño, pero aquí, la paciente sólo presenta el sueño de una palabra ; canal es el único fragmento recordado de manera confusa e imprecisa. Unicamente aparece la incoherencia y la desorganización. Queda entonces canal - comenta Lacan - y no se sabe lo que esto reporta, ni de donde viene, ni donde va. Y bien esto es lo que más interesa, dice él - Freud- eso que no es más que pequeño fragmento, con un aura de incertidumbre alrededor.
Si Freud quiere ilustrar el pensamiento inconsciente, cabe preguntar : ¿Que pensamiento puede ser la palabra canal? para Freud se trataba de la crítica que señalaba la ausencia de garantía intelectual, de exactitud de nuestro conocimiento del mismo, objeción expresada porque de un sueño extenso sólo se recuerda una pequeña parte y aún este recuerdo es infiel, por habérsele agregado a posteriori, en el momento de la reproducción, adornos y perfeccionamientos.
Se esperará que la indeterminación del elemento canal sea lo haga escapar a todo intento interpretativo, pero no es así ; más aún, las dificultades de la labor técnica no obedece a la imprecisión del fragmento analizado, como tampoco la duda que se hace intervenir sojuzgando el material, ambas provienen de una causa común: la censura de la resistencia.
No obstante, a partir de ese único elemento Freud reconstruye las ideas latentes, si ese día no se le ocurrió a la paciente ningún significante adicional, recordó al día siguiente un chiste que había escuchado y que podría estar en relación con el sueño: En un barco que navega desde Douvres a Calais conversa un conocido escritor francés con un inglés, quien en cierto contexto cita el dicho "Du sublime au ridicule il n'y a qu'un pas" [de lo sublime a lo ridículo no hay mas que un paso] y el escritor responde: "oui, le Pas de Calais", [si el paso de Calais] con lo que sugiere que encuentra a Francia sublime y ridícula a Inglaterra.
Según Lacan esto es : totalmente gentil con su interlocutor. Ahora bien, el paso de Calais es el Canal de la Mancha. Reencontramos entonces el canal ¿y del mismo golpe qué? ...esa es la misma función que el surgimiento de la presencia al momento del surgimiento de las resistencias.
El sueño es una continuación de una discusión diurna, Lacan señala que esta mujer en apariencia ha admitido mucha parte de las elaboraciones de Freud:
la enferma escéptica debatió largamente antes el mérito de la teoría de Freud sobre el chiste. Luego de su discusión, en el momento en que su discurso duda y no sabía, donde mas ir, el mismo fenómeno aparece... La resistencia se presenta por el lado transferencial...de lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso- ese es el punto en que el sueño se aferra al auditor, ya que eso es para Freud.
Así, canal, no era mucho pero luego de las asociaciones, es indiscutible. aparece lo que ella quiere decirle en el sueño .
A partir de esa ocurrencia Freud le señala que el paso de Calais es justamente el Canal de la Mancha. La ocurrencia de la sujeto señala el enlace entre el contenido manifiesto y su substrato inconsciente, que proporcionaba además la solución deseada del sueño. La emergencia de ese recuerdo testimonia el escepticismo de la paciente a pesar de una naciente e involuntaria convicción en las teorías psicoanalíticas.
¿Cual es el dicho censurado en este caso? Lo que la sujeto no puede decir como tal lo dice como sueño: señor Freud, su libro sobre el chiste en apariencia tan sublime está a un paso de ser ridículo.
Esta ocurrencia da, según Freud, el elemento enigmático del sueño, el pensamiento preexiste al sueño y atestigua del escepticismo de la paciente al psicoanálisis, pues este sueño significa, que en vez de la manera elogiosa con que en el sueño se hablaba del libro de Freud, aparentemente tan sublime, estaba a un paso de ser ridículo ; ese es el pensamiento inconsciente de ese sueño, un pensamiento censurado y evidentemente alusivo al analista.
Todo sueño llevado a análisis, por ese sólo hecho, tendrá una dimensión transferencial ; el asunto es si se privilegia o no para su interpretación. Cuando la paciente dice a Freud que su libro estaba a un paso de ser ridículo, es en este punto donde se engancha la transferencia a la resistencia. Por esta razón, Lacan comenta que esto da cuenta de la emergencia de la presencia del analista, en el momento de la resistencia.
La resistencia tiene presentación transferencial, anota Lacan. Freud sin embargo, no enjuicia la paciente por este pensamiento. La resistencia se presentó en el aislamiento de las asociaciones la primera vez, es decir, el silencio de todo lo concerniente al pensamiento, que encontraba ridículo el texto de Freud. Pero es una resistencia que tiene como motivo el escepticismo y la hostilidad dirigida al analista implicado enteramente.
Si la resistencia tiene como motivo la transferencia, su acción se la sigue viendo en el discurso: silencio, freno, alteración, interrupción completa del discurso. Mientras que se verifica que, en el análisis, se presenta en el sueño una dimensión transferencial respecto al otro, por el sólo hecho de que estar ahí, escuchando.
Es evidente la aparición de la transferencia como resistencia, y Freud está dispuesto a aprender de la resistencia, descubre el inconsciente en la duda, en la crítica, en la objeción y no en la certidumbre; cuando dice: Una paciente escéptica, esto es ya significativo, pues la hipnosis exigía creer en la persona del médico o en la hipnosis misma. Freud no trata de convencer a sus pacientes de los favores del psicoanálisis; polemiza, es así que con el sueño de la bella carnicera se interesa cuando ella le dice que, contrario a su teoría de que el sueño es una realización de deseos, ella trae uno que lo contradice y evoca lo que Freud llama un deseo de tener un deseo insatisfecho. Es lo que llamaba sueños negativos, como se ha dicho antes.
Lacan retoma este ejemplo en uno de sus Escritosa propósito de la noción de resistencia :
Nuestra manera de reintegrarla en el conjunto del movimiento dialéctico del análisis - dice - es tal vez lo que nos permitirá dar un día de la sugestión una fórmula a prueba de los criterios de la experiencia.
Tal es el designio que nos guía cuando iluminamos la resistencia en el momento de transparencia en que se presenta según la expresión de O. Manoni por la punta transferencial, y por eso la iluminamos por ejemplos donde puede verse jugar la misma síncopa dialéctica.
Así es como hicimos caso de aquel con que Freud ilustra de manera casi acrobática lo que entiende por deseo del sueño. Pues considera que sale al paso a la alteración que el sueño sufrirá por su rememoración en el relato, aparece claramente que sólo le interesa la elaboración del sueño en cuanto que se prosigue en el relato mismo, es decir que el sueño no vale nada para él sino como vector de la palabra. Tan es así que todos los fenómenos que da del olvido, incluso la duda, que vienen a estorbar el relato, han de interpretarse como significantes de esa palabra, y que, si no hubiese de quedar de un sueño más que un despojo tan evanecente como el recuerdo flotante en el aire del gato que se disipa de manera tan inquietante ante los ojos de Alicia, esto no sirve para hacer más seguro que se trata de la punta quebrada de lo que el sueño constituye su punta transferencial, dicho de otra manera lo que en dicho sueño se dirije directamente al analista. Aquí por intermedio de la palabra "canal", único vestigio subsistente del sueño, o sea otra vez una sonrisa, pero ésta impertinente y de mujer, con aquella a quien Freud se tomó el trabajo de paladear su teoría del Witz acoge su homenaje y se traduce por la frase que concluye el chiste que a invitación de Freud ella asocia con la palabra canal. De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso.
Si del sólo hecho de escuchar hace que el discurso se tome intersubjetividad, de modo que la transferencia emerja sobre el oyente, esto hace recaer sobre el mismo un poder discrecional. En consecuencia, pueden plantearse algunas preguntas sobre el oyente, ¿desde donde escucha? ¿que implica esa escucha? pues no es cualquier escucha la que aquí está en juego.
Las consideraciones del Seminario I, señaladas más arriba, esclarecen de otro lado, otro problema. Allí Lacan decía: El discurso profundo, secreto, se expresa en ese vacío, en ese hueco, con lo que así se convierta en materiales [ por la Übertragung desde los restos diurnos]...Es a partir de allí que escuchamos a quien nos habla.
En este mismo capítulo VII de la Interpretación de los sueños, al tratar del proceso primario, Freud quiere hablar de algo que tiene un sentido ontológico. Algo desconocido por el yo y que se llama el núcleo de nuestro ser. Der Ker unseres Wesens. Ese núcleo del ser no coincide con el yo. Es el sentido de la experiencia analítica, y es alrededor de éste que nuestra experiencia se organiza, y tiene depositado esos estratos de saber que son actualmente enseñados.
Es una expresión que Lacan retoma en La dirección de la cura y los principios de su poder, al decir que el analista, a nivel de la táctica de la interpretación paga en palabras, es decir, a nivel simbólico; en la estrategia de la transferencia el analista paga de su persona en la medida en que se presta a los fenómenos que se producen en la transferencia, esto es, la dimensión imaginaria; y finalmente, a nivel de su política del deseo, paga con lo que hay de más esencial en su juicio más íntimo, al mezclarse en una acción que va al corazón del ser . Y es esa política que subordina la estrategia y la táctica la que la dirección de la cura debe hacer suya.
Ker unseres Wesens es una expresión freudiana que desde este momento temprano (1900), señala la posición del analista en la transferencia, lo que implica el deseo del analista. Para Lacan, esto es algo del orden de lo real a lo que se subordina la transferencia y la interpretación. Después esto se llamará la falta en ser.
La expresión Kern unseres Wesen, Lacan la coloca en el corazón de la estructura creacionista del Ethos, de la ética del psicoanálisis. Ese ethos se envuelve alrededor del ex-nihilo - que subsiste en el corazón y que hace el núcleo del ser - como subsistente de un vacío impenetrable. Por esto, se habla de que el analista debe borrar en la situación analítica su yo, es decir sus intereses y deseos. Es algo sobre lo que se volverá después.
Algo más se desprende de las consideraciones de La interpretación y es que la resistencia del discurso es una dimensión del no poder decir, del obstáculo, de un límite, de algo que no solamente el sujeto no sabe, sino que además no hay que decir, algo que se encuentra en la raíz de toda comunicación de los seres, lo que no puede saber. Una dimensión inasible, real.
Enuncia Freud que el estudio de un grado preliminar del olvido en el análisis da una prueba de que el olvido del sueño tiene una naturaleza tendenciosa, puesta al servicio de la resistencia. Por decir grado preliminar, se supone que, en este sentido, la resistencia es un grado preliminar de la represión que es la que crea la resistencia. Es significativo que ese olvido sea circunscrito al análisis, es decir, que se liga directamente la acción de la resistencia a la transferencia, reconociendo además en dicha acción una tendencia, una intención.
Los contenidos olvidados resultan ser los más importantes y próximos a la solución del sueño, y por esta razón, sobre ellos que recae la resistencia bajo la forma de olvido.
El olvido en su mayor parte es resistencia, al punto que venciendo la resistencia en cualquier otro sitio del discurso, el sujeto puede, de repente, recordar el sueño que había sucumbido al olvido, al reconciliarse con la idea displaciente sobre la que había recaído la resistencia.
Freud se pregunta:
si todo sueño puede obtener una interpretación [pregunta] que debe ser contestada en sentido negativo. No debemos olvidar que aquellos poderes psíquicos de los que depende la deformación de los sueños actúan siempre en contra de la labor interpretadora. Se nos plantea , pues el problema de si con nuestro interés intelectual, nuestra capacidad de dominarnos, nuestros conocimientos psicológicos y nuestra experiencia en la interpretación de los sueños conseguiremos dominar la resistencia interna. De todos modos, siempre para convencernos de que el sueño es un producto que posee un sentido propio e incluso para llegar a sospechar un sentido.
En toda comunicación, entonces, y por efecto de la resistencia del discurso, habrá un no-todo puede decirse, un imposible a decir. Y, sin embargo, Freud confía a las cualidades del analista la posibilidad de su vencimiento :
La resistencia - dice Freud - pierde durante la noche una parte de su poder. Sabemos que no desaparece por completo, pues ... la deformación impuesta a los sueños dependía directamente de ella. Pero se nos impone la posibilidad de que quede disminuida durante la noche y que esta disminución de la resistencia sea lo que hace posible la formación del sueño, siendo entonces perfectamente natural que al hallar de nuevo, con el despertar, todas sus energías, vuelva a suprimir en el acto aquello que tuvo que aceptar mientras se hallaba debilitada... ese debilitamiento depende del estado de reposo.
Esta es una acepción bien particular de la resistencia, pues hace que su acción dependa de la atención en la vigilia, mientras que durante el reposo se relaja y otros contenidos pueden emerger deformados de lo inconsciente. Su expresión durante este estado se dirá que es la censura. Si se dice que la resistencia es del discurso, la explicación más obvia de este fenómeno es que durante el reposo el sujeto no habla.
Más adelante, Freud agrega que la hipótesis del sueño como escena modificada de la escena infantil, es modificada por su transferencia a lo reciente : La escena infantil no puede conseguir su renovación real y tiene que contentarse con retornos a título de sueño.
Es importante subrayar este sentido, por cuanto, en su acepción ulterior la transferencia no podrá ser confundida con una repetición de lo infantil, se desplaza, por ejemplo, el sentido de escenas infantiles, pero no la escena misma. Ella retorna bajo la forma de las formaciones del inconsciente, por ello Freud señalaba una fuente infantil en el sueño.
Muy próxima, a este sentido de la resistencia, está la explicación freudiana de otro fenómeno inherente al sueño, a saber, la regresión. Dice que la regresión (Tópica, temporal, formal), es un efecto de la resistencia, cuando ésta: se opone al avance de la idea hasta la consciencia por el camino normal, y de la atracción simultánea que los recuerdos sensoriales dados ejercen sobre ella .
Luego introduce una perspectiva más del concepto de transferencia; dice:
Si aceptamos para el fenómeno onírico esta necesidad de transferencia de las representaciones reprimidas, descubiertas en el análisis de las neurosis, hallaremos de una sola vez la solución de dos de sus enigmas: el de que todo análisis revele la intervención de una impresión reciente en la formación del sueño y el de que este elemento sea muchas veces de carácter trivialísimo e indiferente. Sabemos que si tales elementos recientes e indiferentes pasan con tanta frecuencia al sueño como substituciones de ideas latentes más antiguas es porque son las que menos tienen que temer por parte de la censura de la resistencia. Pero mientras que la exención de la censura no nos aclara más que la preferencia de que son objeto los elementos triviales, la constancia de los elementos recientes deja transparentar la necesidad de transferencia .
Aquí se encuentra una articulación de la Widerstand y la Übertragung. En virtud de la censura de la resistencia hay la necesidad de la transferencia.
Pero, ¿por qué esa necesidad de transferencia, de disfrazar de trivial lo importante? ¿Porqué esa resistencia a decir lo esencial del sujeto? Y bien, se trata de una oposición, de un rechazo, de una resistencia como pivote de toda la historia del análisis y que va en contra del trabajo analítico que pretende levantar el veto para restablecer la coherencia de la cadena significante a nivel del inconsciente. Oposición que parece torcer hilos porque la función de la resistencia, según se deduce, es de algún modo darle seguridad al sujeto, una protección frente al otro.
Se ha enunciado apenas que la resistencia tiene nexos con lo real, pues bien, un ejemplo freudiano puede ilustrarlo. Freud narra un sueño donde un sujeto, cuyo padre había muerto, sueña con él y el sujeto sabe durante el sueño que su padre está muerto, pero que su padre no lo sabía.
En el comentario que Lacan hace de este sueño reconstruye el análisis de Freud en el grafo del deseo. El sujeto dice: [mi padre] no sabía que estaba muerto...según mi deseo sería la frase que completaría el enunciado.
Pensamiento que sería doloroso recordar que deseó la muerte del padre. El reproche que se hace a sí mismo a propósito de la persona amada, y que nos conduce en este ejemplo a la significación infantil del deseo de muerte. Estamos delante de un caso típico donde el término transferencia Übertragung, es empleado en el sentido primitivo de la Interpretación de los sueños, se trata del reporte de algo que es una situación original, el deseo de muerte original en este caso y algo distinto, actual, que es el deseo análogo, homólogo, homogéneo, paralelo, similar de algún modo, se introduce para hacer revivir el deseo arcaico del que se trata.
El sueño realiza un deseo, ver de nuevo el padre vivo, deseo reactivado por algo actual, por eso el sujeto ve de nuevo al padre, un padre que no sabe que está muerto, pero es la expresión de un deseo no dicho y que es completado por la frase, según mi deseo. En el grafo se ilustraría así:
Lo innombrable del deseo aparece en relación a la resistencia, pero una resistencia que protege el sujeto del displacer de reconocer ese deseo. Ese innombrable será después llamado real, aquí Lacan aún lo relaciona con el deseo, como resto del paso de la intencionalidad por la cadena significante.
En el Seminario VI Lacan recuerda que la transferencia : Übertragung, en el empleo primitivo de la interpretación de los sueño, describe un traslado de una situación original a otra actual, donde se reactiva un anhelo similar al de la situación anterior, haciendo revivir el deseo arcaico del que se trata.
Finalmente se puede constatar que la: Interpretación de los sueños, es un tejido de ejemplos cuyo desarrollo se inscribe en las fórmulas de conexión y sustitución...que son las que damos del significante en la función de la transferencia. Ya que en la Traumdeuctung, es en el sentido de un tal función que es introducido el término de Übertragung o transferencia, que dará más tarde su nombre al resorte operante del lazo inter-subjetivo entre analista y analizado .
Notas
(1) Freud Sigmund Las psiconeurosis de defensa, en OBRAS COMPLETAS Ed. Biblioteca Nueva, Madrid, Trad Luis Lopez Ballesteros, p.178
(2) Freud Sigmund Proyecto de psicología de neurólogos, Ibid. p. 250.
(3) Freud Sigmund Los recuerdos encubridores, Ibid. p.332.
(4) Lacan Jacques El Seminario, libro IV "La relación de objeto y las estructuras freudianas, Ed. Seuil, versión francesa p.157.
(5) Freud Sigmund La interpretación de los sueños, Obras Completas, Biblioteca Nueva, p.431.
(6) Ibid p.580
(7) Ibid p.433
(8) Ibid p.470
(9) Ibid p.467
(10) Ibid p.468
(11) Ibid p.535
(12) Ibid p.567
(13) Ibid p.574
(14) Ibid p.599
(15) Ibid p.615
(16) Ibid p.617
(17) Ibid p.651
(18) Lacan Jacques El Seminario, libro II, El yo en la teoría de Freud y la técnica del psicoanálisis, Paidos, p.151-162
(19) Ibid, p.163
(20) Freud Sigmund, La interpretación de los sueños, Obras Completas, Amorrortu editores, T.V. p.511
(21) Lacan Jacques, El Seminario, libro II, El yo en la teoría de Freud y en la técnica analítica, París, Seuil, p.246
(22) Ramírez Mario Elkin y otros, Trabajos sobre el capítulo VII de la interpretación de los sueños, en ELEMENTOS, Jornadas 2, Medellín,. Marzo de 1985, p.190.
(23) Ibid. p.196
(24) Lacan Jacques. El Seminario, libro XI, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Paidós, p.43.
(25) Freud Sigmund. La interpretación de los sueños, Obras Completas, ED. Biblioteca Nueva,. p. 661.
(26) Lacan Jacques, El seminario, libro II, p.154-155.
(27) Lacan Jacques, El Seminario, libro I, Los escritos técnicos de Freud, Seuil, p.59
(28) Freud Sigmund La interpretación de los sueños, Obras Completas, ED. Biblioteca Nueva, p.687
(29) Lacan Jacques, El Seminario, libro I, Los escritos técnicos de Freud,. Ed. Paidos, p.353
(30) Ibid, p.407
(31) Ibid, p.357
(32) Lacan Jacques, El Seminario, libro I, p.78-79
(33) Lacan Jacques , El Seminario, libro II, p.154
(34) Lacan Jacques, El seminario, libro I, p.79
(35) Lacan Jacques, Introducción al comentario de J. Hippolite sobre la Verneinung de Freud, en Escritos I, Siglo XXI Editores, p.262
(36) Freud Sigmund, La interpretación de los sueños, en Obras Completas, Ed. Biblioteca Nueva, p.662.
(37) Ibid. p.663
(38) Ibid. p.665
(39) Ibid. p.666
(40) Ibid. p. 678
(60) Ibid, p.679
(42) Ibid. p.688
(43) Lacan Jacques, El Seminario, libro VI, El deseo y su interpretación, lecciones del 24-XI-58 y 7-I-59, inédito.
(44) Lacan Jacques, El Seminario, libro VI, El deseo y su interpretación . Lección del 3-12-58 inédito.
(45) Lacan Jacques, La instancia de la letra en el inconsciente, en Escritos, p.522.