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Seminario
El pensamiento de Donald D. Winnicott
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winnicott@edupsi.com

Organizado por : PsicoMundo

Coordinado por :
Lic. Andrés Nelken


Clase 27:
Objeto transicional: su status teórico
Esther Romano

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El propósito que me ha guiado en la confección de este trabajo es el de intentar delimitar el status teórico del objeto transicional (Winnicott, 1951).

Desde el primer aporte sobre el tema, en que Winnicott plantea con agudeza fenomenológica la descripción de objetos y fenómenos transicionales, hasta hoy, dicho concepto ha alcanzado una amplia difusión en la literatura psicoanalítica dando lugar en muchos casos a un enri-quecimiento tanto de (as comprensiones clínicas como teóricas. Sin em-bargo, otras aportaciones adolecen (desde mi punto de vista) de cierta imprecisión en el uso del concepto de objeto transicional, dando lugar a homologaciones apresuradas, especialmente con los conceptos de objeto y simbolización derivados de la teoría kleiniana, así como lo que con-cierne al tema del fetichismo.

Desde otro punto de vista, si se considerara la extensión dada por el autor al concepto de objeto transicional. en términos de experiencia cultura!, resulta interesante en ello destacar la perspectiva teórica ligada a la problemática del simbolismo y la sublimación. Otro tanto podría de-cirse en torno al problema del espacio, en relación con la ubicación del objeto transicional en una tercera zona (o espacio) diferenciable de los mundos interno y externo.

Múltiples son las inquietudes que provoca la lectura del autor de una obra tan vasta como es Winnicott, parte de las despertadas en mí son las que intento desarrollar a lo largo de este trabajo.

Sólo quisiera adelantar un elemento, y es el siguiente: que Winni-cott, partiendo de la pediatría, ingresó a posteriori al campo psicoanalítico en un momento marcadamente definido por las ideas de Melanie Klein. Siendo éste el medio en que desarrollo su actividad psicoanalítica y desplegó sus intereses culturales, me pareció conveniente presentar como introducción al trabajo un esbozo biográfico del autor para lograr de este modo una visión más amplia del campo en que desarrollara sus ideas.

Con el objeto de sistematizar la exposición, planteo los siguientes puntos:

A partir del desarrollo de los ítems anteriormente consignados, sur-gen como interrogantes:

a) ¿Cuáles son los postulados psicoanalíticos básicos en que se funda para sus formulaciones?

b) ¿cuáles son las modificaciones o discrepancias que establece a la/s teoría/s psicoanalítica/s de la/s que parte a partir de inau-gurar el concepto de objeto transicional?

c) ¿cuánto de sus formulaciones están Influidas por su quehacer médico-pediátrico?

Luego de responder a estos Interrogantes, preguntarnos finalmen-te si:

d) ¿resulta válido o no, pensar en términos que impliquen el reco-nocimiento de una -creación implícita por parte de Winnicott (aun cuando no fuera formulado por el autor de modo manifies-to) de una nueva metapsicología psicoanalítica?

 

D. W. Winnicot (1896 – 1971)

A partir de su trabajo como pediatra, Winnicott se aproxima a -la práctica psicoanalítica; esta vinculación con el quehacer pediátrico es un hecho que no abandona nunca, manteniendo durante toda su vida profe-sional un constante intercambio con pediatras, obstetras, padres, trabaja-dores y asistentes sociales a través de charlas, conferencias, publicacio-nes, así como en sus tareas como médico psicoanalista en el Paddington Green Children's Hospital.

En 1930, como respuesta a las inquietudes despertadas por su trabajo como pediatra se acerca al psicoanálisis, comenzando su análisis personal con James Strachey y continuándolo luego con Joan Riviére. En ,1935 es reconocido, Miembro de la Asociación Psicoanalítica Inglesa. Fue Presidente de la misma durante dos períodos: de 1956 a 1959 y de 1965 a 1968.

Aunando sus experiencias en el campo pediátrico, especialmente en el desarrollo evolutivo infantil, con su formación psicoanalítica, elabo-ra nuevos conceptos, acuñando denominaciones para los mismos que ad-quieren difusión y jerarquía en la literatura psicoanalítica, tales como diferenciación entre "falso Self" y "verdadero Self", objetos y fenómenos transicionales, papel de la ilusión. En lo referente al campo de abordaje tera-péutico instrumenta la técnica del squiggle game * en el análisis de ni-ños, y plantea como objetivo la constitución del "verdadero Self" en el análisis de adultos. Sin haberse establecido como iniciador de una nueva corriente o "escuela", sus ideas han influido considerablemente a con-temporáneos suyos significativos en el psicoanálisis: Marion Milner, Char-les Rycroft, Masud Khan, por citar sólo algunos autores.

Dentro de la corriente francesa de psicoanálisis, su obra —parti-cularmente en lo que se refiere al rol materno en la constitución del "verdadero Self"— ha sido objeto de estudio particular; su desarrollo sobre "El papel del rostro de la madre" (en su libro Realidad y juego) ha sido correlacionado con el "estadio del espejo" postulado por Lacan. Al respecto señalo los trabajos de André Green, especialmente el publicado en ocasión del homenaje a Winnicott **4.

Durante la elaboración de este trabajo me he encontrado con no pocas dificultades; pienso que las mismas derivan por un lado del hecho de que el autor se alimentó de fuentes provenientes de campos diver-sos; por otro lado, si bien en su exposición utiliza un lenguaje claro y preciso (a veces incluso poético) no predomina en su espíritu ninguna pre-tensión de alcanzar un ordenamiento metodológico riguroso.

De este modo aparecen en su obra referencias implícitas o explí-citas a aspectos teóricos y clínicos derivados del psicoanálisis en gene-ral (Freud, KIein, Hartmann, Kris, etcétera), como también concepciones derivadas de una psicología psicoanalítica de base genético-evolutiva (Spitz, Mahler). Otras ideas provienen del campo sociocultural (Mead, Erikson).

Resulta interesante destacar que habiendo reconocido tan varia-das influencias, no se haya ligado a ninguna de ellas de manera dogmá-tica. Con respecto a las elaboraciones que le son propias, pienso que lo más ilustrativo son sus propias palabras, pronunciadas el 29 de noviem-bre de 1945, ante la Sociedad Británica de Psicoanálisis: "No comenzaré por dar una visión histórica panorámica ni por mostrar el desarrollo de mis ideas a partir de las ideas de otros, porque mi mente no trabaja de esta forma. Lo que hago es reunir esto y aquello, aquí y allá, lo adapto a la experiencia clínica, formo mis propias teorías, y entonces, al final de todo, me intereso en tratar de ver qué robé y de dónde. Tal vez es un método tan bueno como cualquier otro".

En el capítulo introductorio de sus últimos trabajos. Realidad y juego, plantea una posición firme, opuesta a todo intento de ubicar en teorías "cerradas" sus aportes, particularmente con referencia al objeto transicional. Manifiesta reticencia hacia una sistematización apresurada. Dice (refiriéndose al objeto transicional): "... que lo que estudio no es el trocito de tela ni el osito que usa el bebé. No se trata del objeto usado sino del uso del objeto usado. Llamo la atención hacia la paradoja que implica el uso del objeto por el niño pequeño, que yo denominé objeto transicional. Mi contribución consiste en pedir que la paradoja sea acep-tada, tolerada y respetada y que no se la resuelva. Es posible resolverla mediante la fuga hacia el funcionamiento intelectual dividido, pero el precio será la pérdida de valor de la paradoja misma".14 f

Luego, en este mismo capítulo (aI referirse a los aportes de O. Stevenson. R. Gaddini, J. Solomon sobre objetos transicionales) dice: "Es claro que los datos que se obtengan tienen que ser interpretados y para usar a fondo las informaciones obtenidas de manera directa acerca de la conducta de bebés es preciso ubicarlas en relación a una teoría. De este modo, los mismos hechos pueden tener un significado para un ob-servador y uno distinto para otro. Pero es éste un campo promisorio para la observación directa y la investigación indirecta, y de vez en cuando los resultados de las investigaciones que se realizan en este campo limitado llevan a un estudioso a reconocer la complejidad y la importancia de las primeras etapas de la relación de objeto y formación de símbolos".

Es desde la invitación del autor, tanto en lo referido a la necesidad de ubicar las observaciones en relación con una teoría, como lo subrayado al final sobre la complejidad de las primeras etapas del desarrollo (en su articulación con las primeras relaciones objetales y la formación de símbolos) que he decidido delinear este trabajo; agregando además otros tópicos.

En lo referido al marco teórico del autor, aunque como fue señalado previamente pueden reconocerse variadas fuentes (Freud, Klein, Hartmann, Kris, Mahler, Spitz, Mead, Erikson, etcétera), he preferido centrar-me particularmente en las correlaciones entre sus ideas y la escuela kleiniana de psicoanálisis. Luego de subrayar la influencia en su obra de las ideas de Melanie Klein, me propongo tratar de dilucidar si sus elabo-raciones imprimieron o no, modificaciones sustanciales a dicha teoría.

 

I. Relación entre objeto transicional y los conceptos de objeto externo e interno en M. Klein. Papel de la presencia concreta de la madre en Klein y Winnicott.

Aunque Winnicott (como lo señalara anteriormente) toma como re-ferentes teóricos los que derivan de algunas concepciones kleinianas, no se desprende de una modalidad que se origina en su quehacer pediátrico previo. Pienso que por ello mismo, adjudica a los datos de observación clínica directa una amplia jerarquía.

A partir de sus observaciones clínicas, es que destaca la impor-tancia del ambiente como facilitador del proceso madurativo. Destaca para ello el rol materno (función "holding") en el proceso constitutivo del "verdadero Self". Junto a ello da un lugar prevalente al carácter estruc-turante que tienen las experiencias de ilusión/desilusión en la consti-tución del objeto transicional.

Desde la perspectiva que aquí me interesa delimitar, Winnicott, apoyándose en sus observaciones clínicas no sólo marca a) el rol materno como facilitador en el proceso madurativo del niño, sino que en el curso de dicho proceso delinea de manera precisa; b) el papel del objeto transicional, el cual traza un derrotero propio que "anclado" en la maduración del niño, culmina en la culturalización del adulto.

Ahora bien, cabría preguntarse de dónde surge este concepto de objeto transicional. Si bien el término es acuñado como tal a partir de trabajos del año 1951 sobre objetos y fenómenos transicionales, ya en 1945, aun cuando no lo delimita conceptualmente, esboza las raíces de lo que años más tarde ubicará como objeto transicional. En ese año (en "El desarrollo emocional primitivo") destaca la importancia del rol materno en la experiencia de ilusión y continúa subrayándolo a lo largo de toda su obra.

En esta tarea de "ilusionar" al niño, establece como base la rela-ción particular entre el niño y el pecho, destacando el papel estructurante de un objeto externo = madre con capacidad de ser gratificador.

Dice: "En otros términos el niño llega al pecho cuando está exci-tado y preparado para alucinar algo susceptible de ser atacado. En ese momento el pezón real aparece y es capaz de sentir que fue el pezón que alucinó. Es así que sus ideas se enriquecen con detalles de la vista, del sentir, del oler, y la próxima vez emplea ese material en la alucinación. De esta manera comienza a desarrollar una capacidad de evocar lo que es verdaderamente asequible" (Winnicott, 1945).

Es a partir de este último punto, el de la capacidad de evocar el objeto de satisfacción = objeto externo = pecho de la madre que años más tarde (1951) inaugura el concepto de objeto transicional.

Para la constitución del objeto transicional se requiere tanto a) la presencia real y concreta de la madre como b) una representación interna de la misma, o mejor aún, una representación del vínculo con la misma firmemente establecido en el interior. Cabe preguntarse aquí si el objeto transicional resulta o no de la hibridación de los conceptos kleinianos de objeto interno y objeto externo. Vemos que en la constitución del objeto transicional se incluye como condición necesaria, la presencia de:

a) un objeto interno: representativo de la unión madre-niño. La supervivencia de dicho objeto interno requiere como tarea im-prescindible la presencia de un objeto externo gratificador en condiciones específicas de estabilidad temporal. Es decir que en el interjuego de presencia / ausencia, se mantiene vivo este objeto interno por la existencia paralela de una madre "poten-cialmente presente";

b)un objeto externo = pecho de la madre en una particular ubicación témporo- espacial que aparece en el preciso momento en que el niño añora la satisfacción de su deseo de ser alimentado (holding). Ello comprende la idea de madre suficientemente buena.

Esta experiencia de ir ilusionando al niño y paulatinamente des-ilusionándolo sentaría las bases para el reconocimiento del objeto exter-no=pecho como una entidad separada de sí. En el vaivén de ilusión y de-silusión entre el niño y la madre "crean" al objeto transicional.

"... La madre ofrece al niño la ilusión de que su pecho es parte de él. Por así decirlo se encuentra bajo su dominio mágico 14h. La tarea posterior consiste en desilusionarlo de manera gradual, pero no lo logrará si no le dio previamente suficientes oportunidades de ilusión".

De esto se deduce que Winnicott, pone particular acento en el pa-pel de la madre en esta experiencia que lleva a la constitución del objeto transicional. La base en la constitución de este objeto estaría en la sa-tisfacción de una demanda instintiva = deseo de ser amamantado (que, si-guiendo el modelo freudiano de la teoría de los instintos, estaría "apo-yada" en las funciones de auto-conservación). *

En la satisfacción de la demanda, la madre debe ubicarse en ese preciso instante en que el niño es capaz de alucinar el pecho. La corporeización misma del objeto deseado ** ratifica en el niño su omnipoten-cia mágica.

Tratando de correlacionar el papel de la madre en la estructura-ción de las primeras etapas del desarrollo creo necesario marcar algunos puntos de coincidencia y otros diferenciables claramente entre Winni-cott y Klein.

Para ello sintetizaré algunas de las características que se refieren a la presencia de la madre "real" en la obra de Klein (para ello seguiré la descripción dada por W. Baranger en su libro Posición y objeto en la obra de M. Klein, pág. 199).

La presencia concreta de la madre en Klein implica:

Tratando de correlacionar estos cuatro items con el papel de la presencia concreta de la madre en Winnicott, tenemos que:

a') En Winnicott tampoco es reconocida la madre por el niño como real al principio; pero el acento en lugar de ponerlo en el considerarla como una entidad proyectiva (Klein), está puesto en una no-posibilidad de integración pues no existe una diferen-ciación Yo-no Yo; además el Yo no existe ni aun en un estado rudimentario.

Dice en La familia y el desarrollo del individuo14d (Pág. 32). "No es que se identifique con la madre, sino que no conoce a una madre ni ob-jetos externos; e incluso esta afirmación es errónea porque todavía no existe un Self. Cabría decir que el Self del niño en esta etapa temprana sólo existe en potencia, cuando un individuo regresa a este estado se fu-siona con el Self de la madre".

En este punto subrayo que desde esta idea de no-integración ini-cial resulta comprensible "ver nacer" al objeto transicional como produc-to híbrido entre la madre y el niño tal como lo señalara antes. También desde esta perspectiva resulta obvio aclarar que cuando me refería en términos de objeto externo=pecho matreno ello corresponde desde una descripción externa al niño, ya que el niño en la etapa de constitución del objeto transicional todavía no diferencia claramente lo exterior de lo interior. Puntualizo que esta no discriminación en Winnicott está referida en términos de no-integración inicial.

b') En cuanto a la capacidad de percibir a la madre como real y externa, si en Klein es el resultado de un interjuego de proyec-ciones e introyecciones que culmina con la posición depresiva (relación con objeto total) en Winnicott su reconocimiento como real depende más que nada de su capacidad de supervivencia a la agresión. Si anteriormente señalé la ratificación de la om-nipotencia mágica infantil en la experiencia de ilusión, aquí aparece la rectificación de la omnipotencia, ahora destructiva por la supervivencia del objeto externo a la agresión (esto es claramente desarrollado por el autor en el artículo "El odio en la contratransferencia").

Aquí importa destacar la diferencia de la agresión en una y otra teoría: en Klein no siempre diferenciable de la envidia primaria, implica la puesta en juego de un mecanismo proyectivo que no permitiría la dis-criminación del objeto externo real. En cambio para Winnicott, la relación de objeto es seguido por el uso * del objeto, poniendo el acento en este punto, ya que a través del uso y ataque al Objeto es factible "crear" un espacio potencial, una exterioridad en que el objeto es percibido como tal.

En este punto también considero importante recordar el papel "pre-cursor" que en ese sentido juega el objeto transicional, en relación al uso que del mismo hace el niño: a través de la capacidad de sobrevivir a su agresión, facilita la "creación" de una exterioridad, aun cuando no sea reconocido como tal por el bebé.14d

c') En cuanto a la relación entre función materna co n los objetos bueno y malo, destaco al respecto el énfasis de Winnicott en los aspectos bondadosos "reales" de la madre en la constitu-ción de un "verdadero Self", ubicando la función materna en tres órdenes de categorías 14a•d:

1) Función "holding" (en relación con capacidad de identificar-se con el deseo del niño, satisfaciéndolo, tal como vimos al referirnos a objeto externo.)

2) Manipulación: en relación con coordinación muscular, facili-tando la integración psicosomática.( handling)

3) Mostración de objetos: promoviendo en el bebé la capacidad

de relacionarse con objetos externos, fomentando así su creatividad. **

d’) Si en Klein, la posición depresiva constituye el eje estructurante de la integración del Yo, y en ello el papel de la repara-ción de los objetos externos e internos es de capital importan-cia, en Winnicott este momento evolutivo está precedido de un nivel en que en la relación madre/niño es condición sine qua non la experiencia de ilusión-desilusión. Esta experiencia, para Winnicott es preparatoria del destete, a partir de ella se estruc-tura el objeto transicional (base de las simbolizaciones ulterio-res, como veremos más adelante).

Así dice: "Si las cosas salen bien, en el proceso de desilusión gradual, queda preparado el escenario para las frustraciones que reuni-mos bajo la denominación de destete; pero es preciso recordar que cuan-do hablamos de los fenómenos (que Kl ein esclareció específicamente en 1940 con su concepto de posición depresiva) que rodean el destete, da-mos por supuesto el proceso subyacente gracias al cual se ofrece la de-silusión gradual. Si la ilusión / desilusión toman un camino equivocado. el bebé no puede recibir algo tan normal como el destete, ni aun una reac-ción a éste, y entonces resulta absurdo mencionarlo siquiera. La simple terminación de la alimentación a pecho no es un destete".14f

La posición depresiva marca en Klein un eje fundamental en rela-ción con la vida psíquica. El hecho de que la misma deba ser precedida por la experiencia de ilusión / desilusión (a partir de la que se crea el ob-jeto transicional) en Winnicott, significa desde mi punto de vista una descentración clave, que diferencia una teoría de otra.

Otra consecuencia son las derivaciones que resultan en la teoría de formación de símbolos en ambos autores. (Ver Cuadro 2).

II. Relación entre objeto transicional y simbolización. Correlación con los procesos de formación de símbolos en Klein y con los procesos primario y secundario en Freud (aportes de Rycroft).

El proceso de simbolización, que Winnicott (del mismo modo que Klein) extiende al concepto de sublimación, está íntimamente enlazado al concepto de objeto transicional y a la experiencia de ilusión / desilusión a que ya me he referido.

Ambos elementos son nodales en la constitución del símbolo y su ubicación temporal sería no sólo previa al destete sino preparación de éste.

Es conveniente considerar ahora algunos puntos de la obra de Melanie Klein relativos al tema del simbolismo. No pretendo aquí hacer una síntesis exhaustiva, sino que me referiré sólo a los puntos significativos que se correlacionan con este trabajo

Para Melanie Klein el proceso de formación de símbolos esté íntimamente ligado al concepto de sublimación estableciendo en algunos pasajes de su obra una verdadera continuidad entre ambos términos (so-bre la base de este shunt teórico es que Winnicott se apoya en su teoría sobre el simbolismo).

En uno de sus trabajos fundamentales sobre el tema, Klein 8 (1952) otorga a la posición depresiva un carácter estructurante en la vida psí-quica y la considera el punto de partida en la construcción de símbolos. Los sucesivos desplazamientos van abriendo el campo hacia un universo de representaciones simbólicas, pero que en última Instancia son remisibles a una primera relación = niño / madre. En ese sentido destaca la ta-rea del duelo por el objeto externo como imprescindible en la tarea de construcción de símbolos: el duelo por el primer objeto de amor y odio = pecho materno es elaborado en la creación del símbolo.

Así, en "Vida emocional del lactante", Klein dice: "El amor, los deseos (agresivos así como libidinales) y las angustias, son transferidos del primero, único objeto, la madre a otros objetos; y se desarrollan otros intereses que sustituyen la relación con el objeto primario. Este objeto primario es, sin embargo no sólo el pecho externo sino el pecho bueno internalizado; y la desviación de las emociones y sentimientos relacio-nado ahora con el mundo externo está ligada a la proyección. La función de formación de símbolos y la actividad de las fantasías tienen gran im-portancia en todos los procesos descriptos.

Con el surgimiento de la angustia depresiva y particularmente con el comienzo de la posición depresiva el Yo es llevado a proyectar, des-viar y distribuir los deseos y emociones así como la culpa y la necesidad de reparar en nuevos objetos e intereses. A mi entender estos procesos constituyen el eje de las sublimaciones a lo largo de toda la vida"8 (pá-gina 198),

Cité en extenso este párrafo pues en él se destaca el papel de la angustia depresiva así como la labor de reparación en la creación de nuevos objetos de interés (base del simbolismo); en este punto la dife-rencia con Winnicott es tajante: para Winnicott la base de la simboliza-ción y sublimaciones se encuentra en el objeto transicional y el objeto transicional "no sufre proceso de duelo jamás"14f. Se continúa en el jue-go del niño y en la creación artística del adulto sin mediar el trabajo de duelo que para Klein es estructurante de la simbolización.

Al respecto dice específicamente al referirse a la relación entre el niño y el objeto transicional: "Se permite que su destino sufra una descarga gradual, de modo que a lo largo de los años queda no tanto olvidado sino relegado en el limbo. Quiero decir con esto que en un estado de buena salud el objeto transicional "no entra ni es forzoso que el sentimiento asociado con él sea reprimido. No se lo olvida". (No se lo olvida = no sucumbe a la represión siguiendo una línea freudiana; no se lo llora = no sufre proceso de duelo según Klein).

Luego agrega: "Pierde significación y ello porque los fenómenos transicionales se han vuelto difusos, se han extendido a todo el territorio intermedio entre la "realidad psíquica interna" y el "mundo exterior tal como lo perciben dos personas en común, es decir todo el campo cultural".

Y más adelante al hablar específicamente de simbolismo: "Cuando se emplea el simbolismo el niño ya distingue con claridad entre fantasía y los hechos, entre los objetos internos y externos, entre la creatividad pri-maria y la percepción. Pero en mi opinión el concepto de objeto transicional deja lugar para el proceso de adquisición de la capacidad para aceptar dife-rencias y semejanzas. Creo que se puede usar una expresión que designe la raíz del simbolismo en el tiempo, que describa el viaje del niño desde lo subjetivo puro hasta la objetividad; y me parece que el objeto transi-cional (trozo de frazada, etcétera) es lo que vemos en ese viaje de progre-so hacia la experiencia".

En síntesis, si bien Winnicott se aproxima a una concepción kleiniana en cuanto a la problemática del simbolismo (al correlacionar dicho proceso con el de sublimación) se diferencia de la misma al poner el acen-to en la experiencia de ilusión / desilusión. Desde ésta, se constituye el objeto transicional como punto de partida para simbolizar, enfatizando a la vez que este proceso precede y es preparatorio aun del destete.

Es decir que en "ese algo-que-representa-algo" = símbolo, en Klein, es fundamental la aceptación de la pérdida del objeto original y la posi-bilidad de repararlo, como base de desplazamientos sucesivos. En "Vida emocional del lactante" dice Klein: "... Es condición previa al exitoso desarrollo de las sublimaciones (tanto de las relaciones de objeto como de la organización libidinal) que el amor por los primeros objetos pueda mantenerse, mientras los deseos y angustias son desviados y distribuidos, pues el predominio de la queja y el odio hacia los objetos primarios tiende a hacer peligrar las sublimaciones y relaciones con objetos sustitutivos"8.

Para Winnicott, en cambio, como he señalado, el acento (a partir del objeto transicional) está en la capacidad que brinda el objeto real externo == madre para ilusionar al niño que "ese-algo-que-representa-algo" y el objeto en sí son la misma cosa. Para ello resulta tarea de la madre la de lograr una perfecta comunión con el niño identificándose con su deseo, satisfaciéndolo de manera recíproca, tratando de lograr la máxima coincidencia temporal *.

Siguiendo esta línea de pensamiento es que en 1955 C. Rycroft presenta su trabajo (traducido al castellano con el título de "El simbolis-mo y su relación con los procesos primario y secundario") en el que si-guiendo los desarrollos hechos por Winnicott y M. Milner sobre el papel de la Ilusión, re-formula los conceptos freudianos de simbolismo en rela-ción con los procesos primario y secundariola.

Es interesante ver esta derivación en la teoría psicoanalítica a par-tir de las ideas de Winnicott, pues nos permite observar hasta qué punto sus desarrollos dieron lugar a reformulaciones que significaron, como en este caso una revisión de un punto de vista metapsicológico freudiano del aparato psíquico. Rycroft, basándose en los desarrollos de Winnicott. ubica a la simbolización como una capacidad general de la mente, y tanto el proceso primario como el secundario pueden hacer uso de ella. Cuando se refiere a proceso primario, lo hace particularmente en términos de sa-tisfacción alucinatoria de deseos.

Con respecto a las correlaciones entre proceso primario y secun-darlo dice en la publicación ya citada: "Las formulaciones de la diferen-cia entre proceso primario y secundario suelen asumir la forma de una antítesis entre

fantasía y realidad entre las ideas imaginadas acerca de los objetos y los objetos externos reales. Por ende, resulta importante comprender que tal antítesis no siempre es válida y como lo señalara Winnicott (1945), se dan circunstancias en que dicha distinción desapa-rece. Ello se debe a que la satisfacción de ciertos deseos, por ejemplo los producidos por impulsos orales y genitales, requieren de un objeto que esté motivado para un deseo recíproco **. Luego, al referirse a la ex-periencia en que la madre satisface el deseo del niño dice: "Cuando ello ocurre ¿cuál es la experiencia subjetiva que el niño tiene del hecho?, ¿su percepción del pecho real es de alguna manera distinta de la imagen del pecho, percibido idéntico al imaginado? En este último caso nos encon-tramos con una situación en que se produce una satisfacción real mien-tras el niño está sometido a la influencia del proceso primario, en el cual la experiencia subjetiva es de alucinación. La experiencia repetida de esta superposición o convergencia de ilusión y realidad tiende a vincular positivamente al individuo con la realidad externa".

Hace luego extensivos estos conceptos a la relación amorosa adul-ta, vinculándolos con las ideas de Ferenczi y Balint acerca del amor ge-nital (este último aspecto sobre la correlación con Balint es citado asi-mismo por Winnicott en varios trabajos). (Ver Cuadro 1).

III. Ubicación del objeto y fenómenos transicionales en la zona de ilusión. Relación con los conceptos de mundo interno / mundo externo y de Introyección / proyección en M. Klein

Cuando a partir de sus observaciones clínicas, Winnicott "descu-bre" al objeto y los fenómenos transicionales (1951) aparece junto con ello la necesidad de ubicar a los mismos en una "zona" específica, diferenciable de los mundos externo e interno, ya que dichos conceptos no podrían por su particular estructura ser sencillamente ubicables en uno u otro "territorio".

Ya en "El desarrollo emocional primitivo" (1945) se había referido al papel de la ilusión. En 1951, se refiere en términos de "zona interme-dia de experiencia". En Realidad y juego (1971) ya habla específicamente de una "zona de ilusión". En este libro reproduce su conferencia pronun-ciada en Londres en homenaje a J. Strachey, el 8 de octubre de 1966, en la que se refiere al tema de la experiencia cultural (como dije anteriormen-te lo ubica como una continuación de la simbolización iniciada a partir del objeto transicional). dice allí: "En su topografía de la mente, Freud no reservó un lugar para la experiencia de las cosas culturales. Asignó un nuevo valor a la realidad psíquica interna y de ello nació un nuevo valor para las cosas real y verdaderamente exteriores. Usó la palabra "sublima-ción" para indicar el camino en el que la experiencia cultural adquiere un sentido, pero quizá no llegó tan lejos como para decirnos en qué parte de la mente .se encuentra esta experiencia".

Luego dice "Pensé que podría existir un punto de vista infantil, no complicado distinto del de la madre o el observador, y que quizá fuese ventajoso examinar ese punto de vista infantil. Durante mucho tiempo mi mente permaneció en estado de desconocimiento, que cristalizó con mi formulación de los fenómenos transicionales". Destaco las siguien-tes frases:

"Entretanto experimenté con el concepto de 'representaciones men-tales' y con su descripción en términos de objetos y fenómenos transi-cionales ubicados en la realidad psíquica personal, sentida como interior". (En este punto resulta obvia la referencia a Freud). Luego sigue:

"Además seguí los efectos del funcionamiento de los mecanismos de proyección e introyección". (Referencia a Klein).

Winnicott no se conforma ni con una concepción en términos de "representaciones" mentales, realidad psíquica interior (Freud); ni en tér-minos de introyección/proyección, adentro/afuera (Klein).

Marca una ruta propia, afirmando finalmente: "Me di cuenta em-pero que, en rigor, el juego no es una cuestión de realidad psíquica interna ni de realidad exterior". Es a partir de este planteo que ubica al objeto transicional, en esa "tercera zona" que llama zona de ilusión. Al respecto dice: "El objeto es un símbolo de unión del bebé y la madre. Este símbolo puede ser localizado. Se encuentra en el lugar del espacio y el tiempo en que la madre debe estar (en la mente del bebé) fusionada al niño y ser experimentada como un objeto que debe ser percibido antes que concebido. El uso de un objeto simboliza unión de dos cosas ahora separadas, bebé y madre, en el punto del tiempo y el espacio de la inicia-ción de su estado de separación".14f

En esta nueva concepción que resulta de la creación de la zona de ilusión para ubicar al objeto y fenómenos transicionales, he tratado de rastrear algunos elementos sobre el problema del espacio en la perspec-tiva kleiniana, tratando de marcar algunos mojones a partir de los cuales podrían comprenderse las re-formulaciones de Winnicott.

En relación con este punto, Willy Baranger. en su libro "Posición y objeto en la obra de Melanie Klein" establece una correlación entre los conceptos de introyección y proyección y la problemática del espacio. Al respecto dice que: "Dichos conceptos no implican una referencia espacial" (entiendo que al decir esto se está refiriendo a una no-espacialidad en su sentido concreto) agregando luego que "sí en cambio, la introyección y la proyección darían lugar a la constitución de un espacio subjetivo orga-nizado".

Al respecto me he planteado que si bien dichos conceptos no con-cluyen en la constitución de un espacio concretizado sí resulta innegable que ya el, modelo de introyección / proyección configura una "concepción espacial (aunque no concreta) traducible en términos de: adentro / afuera; interno / externo.

Se sigue así una oposición dualista que es la resultante natural de un modelo teórico dado por los mecanismos de introyección / proyección como base estructurante; derivando a la vez dichos conceptos de un mo-delo "símil = digestivo" basado en la incorporación / expulsión.

Desde esta primitiva relación en término de objetos parciales boca /pecho es que se va configurando un "modelo" espacial referido en tér-minos de adentro / afuera, interior / exterior. (Modelo éste cuasi-equivalente al de una vesícula digestiva, deriva a la vez de los utilizados por Freud tanto en "El Yo y el Ello" como en "Duelo y Melancolía").

Entiendo que es desde esta concepción dualista de la que parte WInnicott cuando "descubre" el objeto transicional; dicho dualismo apa-rece como un obstáculo en sus formulaciones ya que el objeto transicio-nal no puede ser adscripto lisa y llanamente ni al adentro ni al afuera del individuo.

Como antecedente teórico significativo en torno a estas cons ide-raciones sobre la ubicación de la experiencia de Ilusión y el espacio en la teoría kleiniana, resultan ilustrativos algunos pasajes del trabajo de ' Marion Milner (1950) sobre "El papel de la ilusión en la formación de sím-bolos"10. En este trabajo M. Milner sigue las ideas de Winnicott presen-tadas en "El desarrollo emocional primitivo" (1945). Al referirse a interpretaciones suyas formuladas en términos de adentro / afuera, proyección e introyección dice: "Sin embargo yo no sentía que estas formas de ha-blar fueran enteramente adecuadas; porque todas ellas daban por sen-tada la idea de un límite claro, si yo soy vivida como interior, entonces él tiene un límite, y lo mismo si siente una parte suya proyectada en mí. Pero había en este análisis mucho material sobre arder, hervir, fundir, lo que me parecía la idea de obliteración de límites. A este respecto Scott (1948) renueva el punto de vista de Winnicott (1945) acerca de cómo una buena madre permite al niño fusionar su predisposición a alucinar una buena situación, con las más tempranas sensaciones da una buena situa-ción". Scott describe esto como "oscilación entre la ilusión de unión y el hecho del contacto, que es otra forma de describir el descubrimiento de una superficie interpuesta, un límite, o un lugar de contacto, y quizás al mismo tiempo es una forma de describir el descubrimiento del 'yo’ y el 'tú' ".

Luego al referirse a los mecanismos de proyección e introyección dice:

proyección, los que presuponen la existencia de un organismo dentro de sus limites, podemos quizá distorsionar nuestra percepción del fe-nómeno"10.

Continuando esta línea de pensamiento al año siguiente (1951) Winnicott ubica de manera más precisa la idea de una zona intermedia de experiencia, que llamará luego zona de ilusión. Siguiendo algunos es-labones en la elaboración de este último concepto=zona de ilusión pa-reció fructífero el intercambio de ideas entre Winnicott (1945-1951-1971), Scott (1948) y M. Milner (1950) incluyendo citas recíprocas en los res-pectivos trabajos. Así tenemos en síntesis que:

IV. Algunas consideraciones acerca de la vinculación entre la zona de ilusión y la psicopatología. Ubicación del fetiche en relación con ideas de Wulff, Sperling, Greenacre

Si la teoría de Winnicott en relación con la zona de ilusión en que es "creado" el objeto transicional implica nuevos desarrollos teóricos re-lativos al tema del simbolismo y la experiencia cultural, como hemos visto a lo largo de este trabajo, una perspectiva igualmente amplia se abre a través de la vinculación entre este tipo de fenómenos y la psicopatología. *

Un punto interesante al respecto es el de la ubicación de la ilusión como a mitad de camino entre la fantasía y la realidad (tal como vimos en el punto III); a partir de ello cabría preguntarse cuál es el mecanismo por el que puede establecerse un tal divorcio entre fantasía y realidad que conduzca al objeto transicional al campo de la psicopatología (tal como lo cita el propio Winnicott en el primer capítulo de Realidad y juego refiriéndose al robo, hurto, fetichismo, cleptomanía, adicción).

Una hipótesis aproximativa sería que en el campo de la psicopa-tología de la ilusión se daría un tipo particular de mecanismos disociati-vos de la mente tendiente a una utilización de los objetos y fenómenos transicionales de una manera tan precaria que todo el proceso de simbo-lización "normal" se vería perturbado. A partir de ello la "utilización" del objeto transicional, en lugar de encontrarse al servicio de la fantasía creativa (base de la simbolización y sublimación para Winnicott según vimos en el punto II), implicaría una creación interior tendiente a falsear la realidad externa.

Al respecto, en el ejemplo clínico del capítulo 2 de Realidad y juego, puntualiza la existencia de una actividad mental disociada subyacente al fantaseo divorciado de la realidad de la paciente.

Diferencia la "experien-cia de omnipotencia"(=dependencia) como un proceso evolutivo del de-sarrollo en sus primeras etapas, distinguiéndolo de la "omnipotencia pro-piamente dicha" (= desesperación por la dependencia). Esta última im-plicaría la "negación de que exista el peligro de separación del objeto primordial=madre" (ob. cit). Hasta aquí, lo relativo a la patología de los fenómenos y objetos transicionales de una manera global.

Ahora me interesa detenerme en el tema más específico del feti-chismo y su relación con el concepto de objeto transicional (la relación entre ambos ha despertado el interés de Greenacre, Sperling, Meitzer. Khan, entre otros autores).'7

Para referirme a este tema quisiera llamar la atención sobre un hecho: la crítica de Winnicott a Wulff en la primera edición de 1951 so-bre "objetos y fenómenos transicionales".

En dicha crítica Winnicott plantea sus discrepancias con Wulff15. tanto en lo referido a la posibilidad de existencia de un fetichismo infan-til proponiendo referirlo en término de objetos transicionales, así como el hecho de que dicho fetiche remita directamente a la relación con el pecho materno.16 Winnicott llama la atención sobre el hecho de que él prefiere reservar la palabra fetiche para referirse a un objeto utilizado debido a un delirio (del falo materno) diferenciándolo de una ilusión (del falo materno) como idea universal, no patológica.

Luego agrega que dicha idea de falo materno es derivada de la original relación con el pecho. Esta última comprensión resulta articulable con una aproximación kleiniana sobre la problemática del fetiche re-misible en última instancia a la relación primaria con el pecho-pezón 6; diferenciable en este punto de una concepción freudiana basada en la angustia de castración y a una referencia al falo materno, no reductible en términos de pecho.

Resulta curioso que la crítica al trabajo de Wulff no se haya incluido al final del capítulo 1 de Realidad y juego que corresponde a la reproduc-ción textual del trabajo original de 1951. Más aún, incluye, al mencionar el posible pasaje del objeto transicional al objeto fetiche (que podría per-sistir en la vida sexual adulta) una referencia al citado trabajo de Wulff (1946).

En este punto cabría preguntarse sobre cuál habría sido el destino de las discrepancias que presentara con Wulff en 1951.

Siguiendo la línea que aquí nos interesa, Phillys Greenacre (1970), presentó un trabajo titulado "The transitional object and the fetish with special reference to the role of iIlusion".s

En dicho trabajo Greenacre replantea las observaciones de Wulff en torno al fetichismo en el niño cuestionando la posición del autor en cuanto a una derivación del fetichismo, ya en el adulto, que pudiera no implicar el papel relevante (derivado de las ideas de Freud) del pene ma-terno. Toma también las ideas de Sperling (1963) en lo que respecta a la crítica al concepto de objeto transicional, quien considera al mismo-como "un verdadero fetiche infantil impuesto a un niño por una madre neurótica". Asimismo Sperling destaca el papel de las conductas exhi-bicionistas y seductoras de los padres en la constitución de este fetiche-infantil. Al respecto es útil señalar que Greenacre destaca que las ob-servaciones de Sperling estarían basadas en estudios de sujetos con an-tecedentes de una mala relación madre/niño, elemento éste que contra-ría las observaciones de Winnicott sobre la constitución del objeto tran-sicional.

Greenacre, por su parte, marca diferencias importantes entre el objeto transicional y el fetiche infantil.

Este último aparecería como el resultado de una función suplemen-taria de soporte materno sobre una base fundamentalmente carencial. La ausencia de una función "holding" materna impediría las descargas hos-tiles consecutivas a frustraciones provocando un repliegue hacia el auto-erotismo. Durante el período anal-sádico dicha actividad es intensificada, apareciendo con un carácter rítmico asociado a automatización y fijeza. Es en este punto donde haría su aparición el fetiche entre el primero y segundo año. Para Greenacre la problemática, del fetiche infantil no gi-raría en torno al problema de la castración, sino a las carencias ambien-tales asociadas a falta de descarga de la hostilidad. A partir del segundo año, al estimularse las tendencias sadomasoquistas, se da lugar a una organización genital precaria, caracterizada por su polimorfismo; aunque el fetiche no estuviera constituido ya estarían abiertas las puertas para que la problemática de la castración resulte traumática; el fetiche puede constituirse durante la latencia o la adolescencia, extendiéndose luego a la vida adulta. Todo este proceso da lugar a severas restricciones en el Yo y en el Superyó.

El fetiche infantil, para Greenacre, a diferencia del adulto, no re-presentaría al pene materno sino al pecho; aunque tiene una significación anal, implica una función de reemplazo materno cuando ésta no fue bue-na. Destaca el papel de la vista, el olfato, la bipedestación en ese mo-mento de la separación madre/niño dándose lugar a la constitución del fetiche infantil en un momento en que el objeto transicional normalmente desaparece, continuándose, por el contrario, en el juego infantil y en la actividad creativa del adulto.

Para Greenacre el problema en cuanto al objeto transicional está en el hecho de que es promotor de una ilusión, lo que lo hace "potencial-mente" peligroso.

Antes de terminar con el tema relativo a la relación entre objeto transicional y fetichismo, creo importante destacar la aproximación teó-rica dada por Meitzer con su concepto de "objeto desmantelado"9. La tesis del autor sostiene que los objetos de excitación sexual sobre los que cristalizan las perversiones son "objetos desmantelados", distintos de los objetos parciales. Este tipo particular de objeto derivaría del fun-cionamiento primitivo de mecanismos obsesivos con control omnipotente de los objetos dando lugar a un tipo particular de "splitting". Dicho "spli-tting" emplea la diferenciación de los sentidos percibiéndose cualidades unisensuales de los objetos, Meltzer relaciona dicho "objeto desmante-lado" con el concepto de objeto transicional de Winnicott9.

Las consideraciones anteriores han estado referidas a la patología en el uso de los objetos transicionales, con especial referencia a la pro-blemática en torno al fetichismo. En otro orden de desarrollos me inte-resa subrayar el hecho señalado por Winnicott que cuando el objeto transi-cional no llega siquiera a ser constituido, se producen en el campo de la mente profundas alteraciones de la

capacidad simbólica del individuo; y en el plano somático perturbaciones que redundan en la constitución de la enfermedad psicosomática2 14a. (Ver Cuadros 3 y 4).

 

V. Algunas consideraciones sobre la supervivencia del objeto a la agre-sión. Relación con la prueba de realidad en Klein y en Winnicott y con los conceptos de envidia temprana

En este trabajo he soslayado algunos aspectos derivados de la ubicación de Winnicott frente al problema de la agresión (en el punto re-ferido al papel de la madre real). Aun cuando excede los límites que me he trazado en cuanto a la ubicación del status teórico del objeto transicional, me siento tentada de agregar algunas consideraciones sobre este tema, que entiendo nos permitirán tener una idea más global sobre el pensamiento del autor.

A lo largo de toda su obra, Winnicott insiste sobre la importancia que tiene desde el punto de vista evolutivo la capacidad del medio am-biente (particularmente la madre) de sobrevivir a los ataques agresivos del niño. De acuerdo con su concepción al atacar el niño al objeto y éste ser capaz de sobrevivir a su agresión, le permite discriminar un espacio potencial, una exterioridad: reconoce al objeto como algo diferente de sí, ubicándolo fuera de la zona de su control omnipotente.

Es sobre esta base que Winnicott ubica al principio de realidad, en el sentido de reconocimiento de un objeto diferente de sí, como enti-dad con vida propia: a partir de este punto aun cuando el sujeto destruya al objeto exterior en la fantasía, sabe que el objeto sobrevive.

En Realidad y juego dice: "Gracias a la supervivencia del objeto el sujeto puede entonces vivir una vida en el mundo de los objetos, cosa que le ofrece inmensos beneficios. Pero es preciso pagar el precio, en forma de la aceptación de la creciente destrucción en la fantasía incons-ciente con la relación de objeto".

En este capítulo marca sus principales diferencias con Klein, res-pecto al tema de la ubicación del objeto como exterior al sujeto: "Los mecanismos proyectivos colaboran en el acto de percibir qué hay aquí pero no son la razón de que el objeto se encuentre ahí. En mi opinión, ésta es una desviación con respecto de la teoría que tiende a una con-cepción de la realidad exterior en términos proyectivos del individuo.

Ya casi he terminado mi formulación completa. Pero no del todo. porque no puedo dar por sentada una aceptación del hecho de que el primer impulso del sujeto en relación con el objeto (percibido de manera subjetiva, no objetiva) sea "destructiva". Más adelante agrega: "En ge-neral se entiende que el principio de realidad envuelve al Individuo en la ira y la reacción destructiva, pero mi tesis dice que la destrucción de-sempeña un papel en la formación de la realidad pues ubica al objeto fuera de la persona".

Recordemos que en Klein el reconocimiento de la realidad resulta de un lento proceso discriminativo: al comienzo el objeto exterior es "car-gado" por las proyecciones del individuo, por su subjetividad, tiñéndose por las cualidades de amor u odio predominantes. Viceversa, por lo que al mecanismo de introyección se refiere, el objeto externo es "asimilado" al interior del sujeto no reconociéndosele su origen como extraño al mis-mo. Los límites de la vida psíquica son borrosos.

El acceso al mundo objetivo, cuya realidad es compartida por to-dos es, en la teoría kleiniana el resultado de un lento proceso evolutivo basado en sucesivas proyecciones e introyecciones; en esa discrimina-ción entre interior y exterior la condición necesaria es el fortalecimiento del Yo consecutivo a la integración depresiva.

(Hasta aquí puede verse que las conclusiones sobre la ubicación de la prueba de realidad en Klein y en Winnicott resultan bastante dis-tintas).

Otra derivación teórica sobre el tema de la agresión es que re-sulta del cuestionamiento del concepto de envidia temprana (Klein). En Realidad y juego dice: "De nada sirve afirmar que un bebé de pocos días de edad envidia el pecho. Pero es legítimo afirmar que a cualquier edad que tenga, empieza a permitir al pecho una ubicación exterior (fuera de la zona de proyección), lo cual significa que la destrucción del pecho se ha convertido en un hecho

característico. Me refiero al impulso real de destruir14f. Una primera parte de lo que hace una madre consiste en ser la primera persona que hace pasar al bebé por esta primera versión, de las muchas que observará de ataques a los que sobrevive".

Consideraciones finales

He comenzado planteando una serie de interrogantes; creo que a lo largo del trabajo han sido relativamente contestados. Sólo queda, en-tonces, por resumir algunas de las conclusiones a las que he llegado.

Creo que a partir de las formulaciones de Winnicott sobre:

a) etapa de indiscriminación inicial en el desarrollo evolutivo;

b) función madurativa del ambiente;

c) formulación de un nuevo concepto = objeto transicional como di-ferente de los objetos externo e interno kleiniano;

d) la relación entre objeto transicional y simbolización (dada sobre la base de experiencias de ilusión / desilusión);

e) ubicación de la zona de ilusión, diferenciable de las concepcio-nes kleinianas de mundo interno / mundo externo;

f) la consideración de la prueba de realidad como el resultado de la ubicación del objeto fuera del control omnipotente del sujeto (supervivencias del objeto a la agresión);

g) su cuestionamiento del concepto de envidia temprana;

h) el papel de las Identificaciones cruzadas (femenino/masculino) tanto en la identidad (ser) como en la capacidad de relacionarse ( no me he detenido sobre este aspecto pues escapaba los límites de este trabajo). Por lo que podríamos definir como consecuencia de a), b), c), d), e), f). g), h) que dichas formulaciones implican:

I) Una nueva formulación en términos de una concepción psicoanalítica de base genético-evolutiva, que se diferencia de las ideas de M. Klein. al poner un marcado énfasis en el factor ambiental como determinante de la conducta.

C = conducta

C = f (A)

A = ambiente

Esta postura teórica resulta avalada por una amplia expe-riencia clínica. En ese sentido, pienso que la formación pe-diátrica del autor, le ha permitido jerarquizar los datos de observación directa.

II) Consecuencias en el orden clínico, al dar una nueva ubica-ción a los dinamismos psíquicos normales y patológicos;

junto a ello destaco la creación de técnicas de abordaje te-rapéutico originales (el squiggle) game en el análisis de ni-ños; capacidad imaginativa del analista con los pacientes adultos}.

III) Pienso que aunque Winnicott no lo formulara explícitamente, podría llegar a concluirse que sus concepciones implicarían una nueva metapsicología.

IV) Parte de las dificultades para delimitar las consecuencias de sus desarrollos a nivel teórico-metapsicológico se debería a:

Notas

*Este trabajo es capitulo del libro de WilIy Baranger y colaboradores "El concepto de objeto en Psicoanálisis". Editorial Amorrortu. Buenos Aires.1980. Dirección: Scalabrini Ortiz 3020 18.C (C.P.1425). Buenos Aires, Argentina. e-mail:eromano@fibertel.com.ar

* El squiggle game es una técnica de comunicación descubierta por Winnicott; consiste en que el terapeuta dibuje una suerte de garabato al comenzar la sesión sobre la hoja da papel (sqwiggle) luego éste es modificado por el niño, nuevamente por el terapeuta. Así, sucesivamente a través de esta forma creada entra ambos "circula" el sentido Inconsciente de lacomunicación. La hoja de papel equivaldría al "espacio transicional" de Winnicott.

**En dicho trabaio titulado "The analyst, symbolisation and absence in the ainalitic setting" (Int.Jour.of Psych., 1973). A. Green subraya la Influencia de Winnicott en su pensamiento, especificando:

* Una cierta falta de precisión terminológica en mi exposición se debe al uso ambiguo que Winnicott hace de ciertos términos (demanda, deseo, necesidad).

** Aun cuando no corresponde al propósito de este trabajo destaco en estas concepciones el interés teórico de este punto en relación al Capitulo VII de la Psicología de los procesos oníricos en lo que se refiere a satisfacción alucinatoria de deseos, de identidad de percepción e Identidad de pensamiento. Aquí ubicaría Winnicott un "eslabón" (la experiencia de ilusión) Intermedio entre la regresión alucinatoria y la modificación del medio exterior. (Ver cuadro 1).

* Para Winnicott se da en este punto un pasaje del control mágico-omnipotente al dominio por manipu-lación implicando aquí la acción del erotismo muscular.

** Renata Gaddini en una conferencia sobre «I tema "El dormirse y la separación de la realidad"2 realizada en la Asociación Palcoanalítica Argentina en octubre de 1974 dice: "En el síntoma psico- somático más organizado, que encontramos más tarde en la Infancia, también esta Incluida esta extrema pasividad y dependencia del lenguaje corporal, pero probablemente la diferencia reside en la vida de fantasía que para ese entonces el niño ha sido capaz de madurar. La capacidad Inicial de simbo-lización del niño de 7 u 8 meses de edad desarrolla necesariamente por el lado psicológico un ob-jeta transicional y por el lado patológico un ataque de asma. Es el momento cuando se desarrolla en el niño una-dependencia psíquica subjetiva del mundo externo, una dependencia que está conec-tada con la relación que el niño tiene ahora con el objeto y que se estrella con la dificultad que el niño tiene para modificar su organización narcisístlca básica."

• Resulta sugestiva la relación entre estos conceptos y las Ideas de Bion sobre "reverie".

Escapa a los límites de este trabajo el considerar ciertos aportes de la obra de Winnicott en rela-ción a la psicopatología. Asi como las consecuencias que derivan de su concepción del desarrollo psíquico. El énfasis en la antinomia ausencia/presencia de la madre real, en relación en la cons-titución del Verdadero Self y el Falso Self le permitió dar nuevas hipótesis explicativas en torno a temas tan extensos como los de la psicosis, trastornos de carácter, borderline. etc., tanto de niños como de adultos en la teoría y en la técnica (sobre esto último, Widlocher, D. en su trabajo "On Winnicotfs " . The Maturational Processes and the Facilitating Environment" soslaya los acuerdos entre las Ideas de Winnicott con las de Anna Freud).

Cuadros


CUADRO I


CUADRO II


CUADRO III




CUADRO IV

 

Resumen:

El propósito de este trabajo es el de delimitar el status teórico del objeto transicional (Winnicott 1951). Desde sus primeros aportes sobre el tema hasta la actualidad, dicho concepto ha alcanzado una amplia difusión en la literatura psicoanalítica dando lugar en muchos casos a un enriquecimiento tanto de las comprensiones clínicas como teóricas; sin embargo, otras aportaciones adolecen (desde mi punto de vista) de cierta imprecisión en el uso del concepto de O.T. dando lugar a homologaciones apresuradas, especialmente con los conceptos de objeto y simbolización derivados de la teoría kleiniana, así como lo que concierne al tema de fetichismo.

Por otra parte, Winnicott, partiendo de la pediatría, ingresó en el campo psicoanalítico en un momento y en un medio marcadamente definido por las ideas de Melanie Klein.

Previa presentación bibliográfica del autor, se sistematiza la exposición planteando los siguientes puntos:

  1. Relación entre objeto transicional con los conceptos de objeto externo e interno en Klein. Papel de la presencia concreta de la madre en Klein y en Winnicott.

  2. Relación entre objeto transicional y simbolización. Correlación con los procesos de formación de símbolos en Klein y con los procesos primarios y secundario en Freud (siguiendo aportes de Rycroft).

  3. Ubicación del objeto y fenómenos transicionales en la zona de ilusión. Relación con los conceptos de mundo interno/externo y proyección/introyección en Klein.

  4. Correlación entre objeto transicional y psicopatología. Ubicación del fetiche en relación con ideas de Wulff, Sperling, Greenacre, Meltzer.

  5. Algunas consideraciones breves sobre la supervivencia del objeto transicional a la agresión. Correlación con la prueba de realidad y envidia temprana.

A partir de los items anteriores fueron surgiendo como interrogantes: a) ¿Cuáles son los postulados psicoanalíticos básicos en que se fundan las formulaciones de Winnicott? B) ¿Cuáles son las modificaciones que establece a la/s teoría/s psicoanalítica/s de la/s que parte a partir de inaugurar el concepto de objeto transicional? C) ¿Cuánto de sus formulaciones están imbuidas por su quehacer médico pediátrico? D) ¿Resulta válido o no pensar en términos que impliquen reconocimiento de la creación por parte de Winnicott de una nueva metapsicología psicoanalítica?

Los anteriores interrogantes se van contestando a lo largo del trabajo concluyéndose que, a partir de las formulaciones de Winnicott sobre:

a) etapa de indiscriminación inicial en el proceso evolutivo;

b) función madurativa del ambiente;

c) formulación de un nuevo concepto = objeto transicional. diferenciable de los objetos interno/externo kleiniano;

d) la relación entre objeto transicional y simbolización (dada sobre la base de experiencias de ilusión/desilusión);

e) ubicación de zona de ilusión diferenciable de conceptos kleinianos de mundo interno y mundo externo;

f) la consideración de la prueba de realidad como el resultado de la superviven-cia del objeto a la agresión (fuera del control omnipotente del sujeto);

g) su cuestionamiento del concepto de envidia temprana;

h) el papel de las identificaciones cruzadas (femenino/masculino); es que podríamos definir como consecuencia de a), b), c), d), e), f), g), h), que dichas formulaciones implican:

Una nueva formulación en términos de una concepción psicoanalítica de base genético-evolutiva, que se diferencia de las ideas de M. Klein, al poner un marcado acento en el factor ambiental como determinante de la conducta.

C = Conducta

C = f (A)

A = Ambiente

Esta postura teórica estaría avalada por una amplia formación clínica. En ese sentido la formación pediátrica le habría permitido jerarquizar los datos de observación directa.

  1. Consecuencias de orden clínico al dar una nueva ubicación a los dinamis-mos normales y patológicos; creación de nuevas técnicas terapéuticas ( (squiggle game en el an álisis de niños, capacidad imaginativa del analista en el análisis de adultos).

  2. Aunque no lo formulara explícitamente Winnicott podría aventurarse a pensar que, de algún modo, inauguró una nueva

  3. Parte de las dificultades para que la misma se a estrictamente delimitada se deberían por un lado a: a) la diversidad de fuentes de que se alimenta el autor; b) del hecho de que gran parte de sus basamentos teóricos par-ten de la obra de M. Klein, de dificultosa ubicación metapsicológica; c) el autor presenta a lo largo de su obra un menor rigorismo teórico en comparación con la riqueza del campo observacional.

Summary

This paper purports to establish the theoretical status of the Transitional Object (Winnicott, 1951). This concept has since attained wide acceptance in psychoanalytic literature, with a gain, in many instances, in clinical and theoretical understanding. In other cases, though, a lack of precision in the use of the Transitional Object concept has brought about premature homologation to the concepts of object and symbolization as used in Kleinian theory, as well as to the concept of fetish. Anyhow. Winnicott came from pediatrics to psychoanalysis in a place and moment much influenced by Melanie Klein's Ideas.

After a biographic sketch, the following points are examined:

1) the relation between the Transitional Object concept and those of external and internal object in Klein. Role of the presence of the mother in KIein and Winnicott.

2) the relation between Transitional Object and symbolization. Correlation with the symbol formation process in Klein, and with Freud's primary and secon-dary process (following Rycroft).

3) the place of transitional object and transitional phenomena in the Zone of Illusion. The relation to Klein's concepts of inner/outer world and projection /introjectlon.

4) Correlations between Transitional Object and psychopathology. The place of the fetish according to Wulff, Sperling, Greenacre.

From these items the following questions came up:

a) What basic psychoanalytic postulates are Winnicott's ideas based on?

b) What changes does he bring, by the Introduction of the Transitional Object concept, on those basic theories?

c) Up to what point do his formulations reflect his pediatric medical background?

d) Does he —or doesn't— bring on a new psychoanalytic metapsychology?

These questions are considered along the paper and I come to conclude, on the basis of Winnicott's ideas on:

a) an initial phase of indiscrimination.

the maturational function of the environment. ;

the formulation of a new concept: the Transitional Object, different from Klein's Internal and external objects.

d) the relation between Transitional Object and symbolization - on the basis of illusion/disillusion experiences.

e) the establishment of an Illusion Zone different from Klein's inner and outer world concepts.

f) the link of reality testing to the survival of the Object In front of aggression (beyond the subject's omnipotent control).

g) his critique to the concept of early envy.

h) the role of crossed identifications (femenine-masculine).

That Winnicott's formulations imply:

1) A new psychoanalytic formulation on a geneti c-developmental basis, differing from Klein's by his emphasis on the environment as determinante of behaviour.

B = behaviour

B = f (E)

E = Environment

This theoretical posture avails itself of a wide clinical basic; his pediatric background appears in his emphasis on observation.

2) Clinical derivations resulting in a new formulation of normal and pathological dynamisms and the creation of new techniques ("Squiggle game" in child ana-lysis, imaginative capacity of the analyst in adult analysis).

3) The implicit creation of a new metapsychology.

4) Difficulties toward a strict delineation of Winnicott's metapsychology arise from: a) the quite different sources he draws from; b) that Melanie Klein's work, a main theoretical source of his ideas, is itself difficult to describe metapsychologically; c) that Winnicott's richness of observation Is not quite mat-ched by an equivalent theoretical strictness.

Résumé

Le sujet de cet article est la délimitation du statut théorique de l'objet transitionnel (Winnicott 1951).

Depuis les premiers apports sur l'objet transitionnel, le concept s'est répandu dans la littérature psychanalytique. Dans la pluspart des cas il a suscité un enrichéssement sur les plans de la clinique et de la théorie psychanalytique.

Cependant, d'autres apports sont affectés d’une certaine imprécision dans l’utilisation du concept d’objet transitionnel, donnant lieu à des homologations avec les concepts d’objet et symbolisation qui derivent de l’école kleinienne, de même qu’en ce qui concerne au fétichisme.

D’autre part, Winnicott, partant de la Pédiatrie est entré dans le mouvement psychanalytique à un moment et dans un milieu très influencés par las idées de Melanie Klein.

Dans cet article, on a présenté une brève biographie de l’auteur et après on a systematisé l’exposition de la manière suivante :

I)Rapport entre le concept d’objet transitionnel et les concepts d’objet externe et interne (Klein).

II)Rapporte entre l’objet transitionnel et symbolisation. Correspondance entre le processus de constitution symbolique (Klein) et les processus primaire et secondaire ( Freud) d’après les apports de Rycroft.

III)Situation de l´objet et de phénomènes trasitionnels dans la zone d’illusion.

Rapport avec les concepts de monde externe/monde interne et projection/introjection (Klein).

IV)Correspondance entre l’objet transitionnel et la psychopathologie. Situation du fétiche. Wulff, Sperling, Greencacre,Meltzer.

V)Quelques brèves considerations sur la survivance de l’objet transitionnel à l’agression. Rapport entre l’épreuve de réalité et l’envie précoce (Klein).

A partir des considérations qui précédent on s’est posé les questions suivantes :

a)quels sont les principes psychanalitiques sousjacents dans la théorie de Winnicott ?

b)quelles sont les modifications qu’il établit dans la/s théorie/s psychanalytique quand il introduit le concept d’objet transitionnel ?

c)quelle est l’influence de sa formation pédiatrique dans ses formulations ?

d)doit-on où non considérer que les apports de Winnicott impliquent une nouvelle métapsychologie ?

Cet article répond à ces questions.

Ensuite à partir des formulations de Winnicott sur :

  1. l’étape iniatiale de non-differérentiation dans les processus évolutive ;
  2. la fonction madurative de l’éntourage ;
  3. la formulation d’un nouveau concept=objet transitionnel différencié des objets interne/externe (Klein)
  4. la relation entre l'objet transitionnel et la symbolisation (à partir d'expérience d'illusion/désillusion);
  5. la situation de la zone d'illusion différencié des concepts kleiniens du monde externe/interne;
  6. la considération de l'épreuve de réalité comme résultat de la survivance de l'objet à l'agression (en dehors du contrôle omnipotent du sujet);
  7. la critique du concept d'envie précoce (Klein);
  8. les rôles des identifications masculins et féminines; nous pouvons soutenir

à partir des considérations a), b). c), d), e). f). g), h), les formulations de

Winnicott impliquent:

I) Une nouvelle formulation psychanalytique à base génétique/évolutive. La différence fondamentale avec les idées de M. Klein est rendue par l'accent mis sur l'entourage familial comme facteur déterminant de la conduite.

C = Conduite

C = f (E)

E = Entourage familial

Cette formulation théorique est garantie par la formation clinique de l'auteur (ses connaissances en Pédiatrie donnent plus de valeur à ses remarques de l'observation directe);

II) Conséquences d'ordre clinique résultants d'une nouvelle perspective donné aux dynamismes normals et pathologiques. Création de nouvelles techniques ("squiggle game" dans l'analyse des enfants; capacité Imaginative de l'ana-lyste chez les adults);

III) Bien que Winnicott ne l'ait pas formulé, il a construit une nouvelle metapsychologie.

IV) Les difficultés qui dérivent de sa délimitation obéissent à:

a) la diversité de sources utilisés par l'auteur;

b) le principal fondement théorique dérive des idées de M. Klein dont l'oeuvre est difficilement susceptible d'être dans les domaines de la métapsychologie;

c) l'auteur offre à tout au long de son oeuvre une moindre rigueur théorique que celle qu'il présente dans le domaine de l'observation.

 

Bibliografía

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